lunes, 19 de junio de 2017

Transición a la democracia

En este mes de junio se cumplen 40 años de las elecciones de 1977, para conmemorar este acontecimiento, se expondrá a continuación las claves y momentos más importantes de la transición a la democracia.

Dos días después de la muerte de Franco, Juan Carlos I fue proclamado rey por las Cortes franquistas. El proyecto continuista de la Dictadura parecía consolidarse en la persona del nuevo monarca, pero en tres años España fue capaz de desmantelar el aparato institucional del franquismo y diseñar un nuevo régimen democrático.

- LAS CLAVES DE LA TRANSICIÓN

La voluntad de perpetuación de la Dictadura quedó ejemplificada en la figura del primer presidente del Gobierno del posfranquismo, Carlos Arias Navarro, que era partidario de la línea continuista de la Dictadura. Pero, tras la muerte de Franco, el futuro de España se planteó en tres posturas:

- Inmovilista: Integrada por los sectores intransigentes de la Dictadura, conocidos como el búnker y representados por grupos como Fuerza Nueva o la Asociación de Excombatientes, dirigida por José Antonio Girón de Velasco. Contaban con el apoyo del Ejército y las fuerzas del orden, así como la adhesión de amplios sectores de las élites económicas.

- Reformista: Representada por el franquismo moderado, consciente de que las aspiraciones democráticas de la sociedad impedían la supervivencia del régimen sin acometer las reformas imprescindibles para su mantenimiento. La figura más representativa de esta corriente era Manuel Fraga Iribarne, y con posterioridad Adolfo Suárez, aunque contaba con el apoyo del propio rey Juan Carlos I y de otras personalidades como Torcuato Fernández Miranda o Rodolfo Martín Villa.

- Rupturista: Incluía a las fuerzas de oposición democrática, que propugnaban la formación de un Gobierno democrático y la elaboración de una Constitución. Inicialmente estaban agrupados en dos organismos, la Junta Democrática, que estaba liderada por el PCE y la Plataforma Democrática, encabezada por el PSOE, pero en marzo de 1976 se agruparon en Coordinación Democrática, conocida como Platajunta.

- INICIOS DEL PROCESO

La democratización española tuvo relación con situaciones vividas en Europa. Así, el 25 de abril de 1974 tuvo lugar en Portugal la Revolución de los Claveles, por la que el Ejército propició la democratización del país; también en Grecia se puso fin a la dictadura de los coroneles que supuso la abolición de la monarquía y la instauración de la democracia. Todos estos procesos se vieron influidos por la Guerra Fría.

En el caso de España el proceso se inició tras la visita de los reyes a EE.UU. en junio de 1976, cuando Juan Carlos pronunció un discurso en el que apostó por la democracia. A su regreso forzó la dimisión de Carlos Arias Navarro y nombró de forma sorprendente a Adolfo Suárez, quien sería encargado de transformar un régimen autoritario en uno democrático.

Suárez decretó de forma inmediata una amnistía política y puso en marcha el mecanismo para desmantelar el franquismo desde dentro a través de la Ley de la Reforma Política, de noviembre de 1976. Esta ley hacia posible la convocatoria de elecciones democráticas y la formación de unas Cortes que serían elegidas por sufragio universal y elaborarían una Constitución. Con ello, Suárez logró que las Cortes franquistas votaran a favor de una ley que suponía su desaparición; una vez aprobada necesitó de la aceptación de un referéndum.

- RIESGOS Y AMENAZAS AL PROCESO

Uno de los principales retos a los que tuvo que hacer frente la Transición fue la resistencia violenta desde dos sectores opuestos:

- Extrema derecha: Grupos como el Batallón Vasco Español o la Triple A, fueron promovidos por el Estado con la intención de reprimir y amedrentar a las fuerzas opositoras, y de generar un clima de inseguridad que redujese el apoyo social al proceso y justificara una eventual intervención de los militares.

- Extrema izquierda: También desde la oposición se aplicó la estrategia violenta, bien por formaciones de izquierdas, como los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), bien desde grupos separatistas como ETA. En 1973, la banda quedó escindida en una ETA político-militar, que terminó aceptando la democracia, y otra ETA militar que intensificó la violencia para evitar la consolidación del nuevo régimen.

- RUPTURA PACTADA

El proceso iniciado por Suárez en 1976 supuso una ruptura pactada con el franquismo que abrió el camino a un proceso de democratización que culminó en las elecciones de junio de 1977, las primeras celebradas en España en más de cuarenta años.

- ESTRATEGIA DE LA TENSIÓN

Los sectores contrarios a la Transición emprendieron una estrategia consistente en intensificar la tensión para provocar el fracaso del proceso.

Especialmente crítica fue la última semana del mes de enero de 1977, conocida como Semana Trágica: además de la muerte de dos estudiantes en sendas manifestaciones, el día 24 tuvo lugar la Matanza de Atocha, un atentado cometido por terroristas de extrema derecha en el que resultaron asesinados cinco abogados vinculados a Comisiones Obreras y el Partido Comunista.

También en esos días, la organización GRAPO asesinó a tres policias y secuestró a los generales Emilio Villaescusa y Antonio María de Oriol, lo que aumentó el riesgo de golpe de Estado. La figura del vicepresidente del Gobierno, el teniente general Gutiérrez Mellado, fue clave para controlar el peligro golpista.

- LEGALIZACIÓN DE LAS FUERZAS POLÍTICAS

Entre finales de 1976 y mediados de 1977 el Gobierno legalizó a muchos de los partidos que estaban adscritos a la Coordinación Democrática; sin embargo, una de las fuerzas centrales dentro de la organización, el Partido Comunista, continuó siendo ilegal. La democratización del país no sería posible sin los comunistas, pero su legalización podía ser el pretexto definitivo para un golpe militar.

En la legalización del PCE fue fundamental el asesinato de los abogados de Atocha. El multitudinario entierro tuvo una gran repercusión política y acabó convirtiéndose en la prueba del carácter imprescindible del comunismo en el proceso. En el funeral, el líder comunista Santiago Carrillo mostró una actitud responsable y una enorme voluntad democrática. Por todo ello, Adolfo Suárez decidió iniciar el procedimiento para su legalización.

En marzo de 1977 se legalizó el derecho a huelga y en abril se decretó la libertad sindical. UGT y CC.OO. pasaban a ser sindicatos legales. Estas decisiones anticiparon la legalización del PCE, que se produjo el 9 de abril de 1977. El Ejército acató esa decisión y, a cambio, el PCE reconoció la bandera rojigualda y la monarquía como forma de Gobierno.

- ELECCIONES DE 1977

Tras la legalización de todas las fuerzas políticas, pudieron celebrarse en España las primeras elecciones democráticas desde el año 1936. Su objetivo fue instituir unas Cortes Constituyentes. La fecha fue el 15 de junio de 1977 y en ellas se puso en evidencia el amplio espectro político de partidos.

- Fuerzas políticas de izquierda: En la izquierda, las fuerzas más destacadas fueron el PSOE, encabezado por Felipe González, el recientemente legalizado PCE, abanderado por Santiago Carrillo y el Partido Socialista Popular (PSP), que dirigía Enrique Tierno Galván.

- Fuerzas de centro y derecha: Desde el franquismo se articuló un partido que englobó a los sectores moderados de la Dictadura, liderados por el propio Suárez, y de la oposición , y que ocupó el espacio de centro bajo el nombre Unión de Centro Democrático (UCD).

Además, los representantes del franquismo más inmovilista se agruparon en Alianza Popular (AP), una coalición de partidos conservadores que tuvo en Manuel Fraga a su principal representante.

- Partidos nacionalistas: El papel de las fuerzas nacionalistas fue muy relevante tanto en Cataluña, donde la agrupación liderada por Jordi Pujol, Convergència Democrática de Catalunya, se coaligaría con Unió Democrática de Catalunya para convertirse en primera fuerza política, como en el País Vasco, donde el PNV lideró un nacionalismo condicionado por la presencia de ETA.

El día de los comicios concluyó sin ninguna incidencia y con un dato de participación muy elevado (78,8 % del censo electoral). UCD se erigió como la fuerza ganadora, mientras el PSOE, con un gran resultado, se convirtió en el principal partido de la oposición. Por el contrario, PCE y AP fueron los principales derrotados al lograr un número de diputados muy por debajo de sus expectativas. Así pues, los resultados de las elecciones de junio de 1977 marcaron una tendencia de signo moderado, en la que se observaba una apuesta mayoritaria por los partidos de centroderecha y centroizquierda y un rechazo a las fuerzas de extrema derecha y extrema izquierda.


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