lunes, 10 de octubre de 2016

Formación de los reinos cristianos occidentales y orientales

- REINOS CRISTIANOS OCCIDENTALES

La zona de la Cordillera Cantábrica había sido un territorio escasamente poblado y romanizado. Sus habitantes se terminarían mezclando con los visigodos que huyeron hacia el norte, a causa de la invasión musulmana. El primer núcleo de resistencia cristiana surgió en la Cordillera Cantábrica, donde tuvo lugar la batalla de Covadonga en el año 722, en la que el noble visigodo don Pelayo derrotó a los musulmanes. La importancia de esta batalla fue menor pero simboliza el inicio de la resistencia cristiana.

Los sucesores de don Pelayo consolidaron el dominio sobre la zona:
- Alfonso I estableció la capital del reino astur en Cangas de Onís e inició la primera expansión hacia el valle del Duero.
- Alfonso II trasladó la capital a Oviedo y expandió su dominio hacia Galicia y hacia el este, donde se constituyó un territorio fronterizo que recibió el nombre de Condado de Castilla.

En la segunda mitad del siglo IX, Alfonso III aprovechó la debilidad de los emires para ocupar territorios hasta el río Duero para controlar mejor las tierras y proteger a los campesinos que repoblaron la zona.
Ordoño II trasladó la capital a León y el reino pasó a denominarse Reino de León. El Condado de Castilla fue adquiriendo una creciente autonomía sobre todo cuando Fernán González unificó los territorios y los legó a sus herederos.

A comienzos del siglo XI, Sancho III de Navarra incorporó el territorio a su reino, cuando muere en el año 1035, su hijo se convirtió en rey de Castilla con el nombre de Fernando I.

- NÚCLEO PIRENAICO O REINOS CRISTIANOS ORIENTALES

El emperador Carlomagno había establecido la Marca Hispánica, una franja fronteriza que protegía su imperio de la presencia musulmana. A partir del siglo XI, los territorios al sur de los Pirineos fueron adquiriendo una creciente autonomía, hasta llegar a convertirse en independientes:

- Navarra: En la zona occidental de los Pirineos se produjo un primer enfrentamiento entre vascones y francos en la batalla de Roncesvalles en el año 778. Tras una corta ocupación musulmana, Íñigo Arista fundó el Reino de Pamplona con el apoyo de la familia muladí de los Banu Qasi. En el siglo X, la dinastía Íñiga fue sustituida por la dinastía Jimena y el reino de Pamplona consiguió expandirse por Álava y La Rioja. Con Sancho III el Mayor el reino tuvo su máxima expansión, pues amplió sus dominios ocupando Aragón y Castilla. A su muerte, dividió sus dominios entre sus hijos.

- Aragón: La zona central de los Pirineos estaba dividida en tres condados, Ribagorza, Sobrarbe y Aragón, todos bajo dominio franco, Aznar Galíndez rompe la relación con los francos en el siglo IX y unifica los tres condados, situando la capital en Jaca. Los condados aragoneses pasaron a formar parte del Reino de Pamplona. Cuando muere Sancho III el Mayor, en el 1035, su hijo se convirtió en el primer rey de Aragón con el nombre de Ramiro I.

- Condados catalanes: La zona oriental de los Pirineos contó con una intensa presencia de los francos, pues habían conquistado Girona en el año 785 y Barcelona en el 801. La zona estaba dividida en condados, pronto destacó el Condado de Barcelona. A finales del siglo IX, Wifredo el Velloso redujo la influencia de los francos y consiguió controlar el resto de condados catalanes, a mediados del siglo X Borrell II convirtió sus dominios en hereditarios y logró la independencia plena de los francos.