viernes, 30 de enero de 2015

Isabel II (Biografía)

Reina de España (Madrid, 1830 - París, 1904). Isabel II nació del cuarto matrimonio de Fernando VII con su sobrina María Cristina de Borbón, poco después de que el rey promulgara la Pragmática por la que se restablecía el derecho sucesorio tradicional castellano, según el cual podían acceder al Trono las mujeres en caso de morir el monarca sin descendientes varones.

 En virtud de aquella norma, Isabel II fue jurada como princesa de Asturias en 1833 y proclamada reina al morir su padre en aquel mismo año; sin embargo, su tío Carlos María Isidro no reconoció la legitimidad de esta sucesión, reclamando su derecho al Trono en virtud de la legislación anterior y desencadenando con esta actitud la Primera Guerra Carlista (1833-40).

 Hasta que Isabel II alcanzara la mayoría de edad, la Regencia recayó en su madre María Cristina, la cual encabezó la defensa de sus derechos dinásticos contra los partidarios de don Carlos; para ello entabló una alianza con los liberales, que veían en la opción isabelina la posibilidad de hacer triunfar sus ideas frente al partido absolutista agrupado en torno a don Carlos.

 Isabel II de España En consecuencia, llamó al gobierno a los liberales y aceptó el régimen semiconstitucional del Estatuto Real (1834); la presión de los liberales más avanzados le obligaría luego a admitir la nacionalización de los bienes de la Iglesia (desamortización de Mendizábal) y el establecimiento de un régimen propiamente liberal (Constitución de 1837). Entretanto, la suerte de las armas fue favorable para la causa de Isabel, pues los ejércitos de Espartero consiguieron imponerse a los carlistas en el frente del Norte (Convenio de Vergara de 1839) y en el Maestrazgo (derrota de Cabrera en 1840).

 En aquel mismo año, sin embargo, María Cristina fue apartada de la Regencia y expulsada de España, desacreditada por su matrimonio morganático y por su actitud reacia al liberalismo progresista; el propio general Espartero le sucedió como regente en 1841. Por entonces se habían decantado ya las dos corrientes en las que se dividió la «familia» liberal: el partido moderado (conservador) y el partido progresista (liberal avanzado).

 Después de tres años de Regencia de Espartero y de consiguiente predominio político de los progresistas, en 1843 fue derrocado el regente por un movimiento en el que participaron moderados y progresistas descontentos (1843); para evitar una nueva Regencia, se decidió adelantar la mayoría de edad de Isabel II, quien comenzó, por tanto, su reinado personal con sólo 13 años. Una maniobra de los moderados completó la operación apartando del poder al progresista Olózaga bajo la acusación de haber forzado la voluntad de la reina niña.

 En lo sucesivo, Isabel II inclinaría sistemáticamente sus preferencias políticas hacia los moderados, incumpliendo su papel arbitral de reina constitucional al llamar a formar gobierno siempre al mismo partido, lo cual obligó a los progresistas a recurrir a la fuerza para tener opción de gobernar; por esa razón se sucedieron los pronunciamientos, mecanismo de insurrección militar, frecuentemente combinada con algaradas callejeras, para forzar un cambio político.

 La ignorancia y candidez de Isabel II se complicaron con su insatisfacción sexual, fruto del desgraciado matrimonio que le arreglaron a los 16 años con su primo Francisco de Asís; una sucesión de amantes reales adquirieron influencia sobre las decisiones de la Corona, al tiempo que confesores y consejeros aprovechaban el sentimiento de culpabilidad y los accesos religiosos de la reina para hacer sentir también su influencia. Isabel II se rodeó así de una «camarilla» palaciega con influencia política extraconstitucional, causa adicional de su descrédito ante el pueblo y la opinión liberal.

 Desde el comienzo de su reinado, Isabel II inauguró esta tónica al amparar diez años de gobierno ininterrumpido de los moderados (la «Década Moderada» de 1844-54), en los que el poder estuvo dominado por el general Narváez. Este predominio moderado se plasmó en una nueva Constitución en 1845, en la que el poder de la Corona quedaba reforzado frente a los órganos de representación nacional; y también en toda una serie de leyes importantes que conformaron el modelo de Estado liberal en España en una versión muy conservadora; este giro permitió restablecer las relaciones con el Papado, que reconoció a Isabel II como reina legítima en 1845.

 El descontento de los liberales acabó por provocar una revolución que dio paso a un «Bienio Progresista» (1854-56), marcado de nuevo por la influencia de Espartero. Pero una nueva sublevación militar restableció la situación conservadora, abriendo un periodo de alternancia entre los moderados de Narváez y un tercer partido de corte centrista liderado por el general O'Donnell (la Unión Liberal). Los progresistas, excluidos del poder, se inclinaron otra vez por la vía insurreccional, que prepararon desde el Pacto de Ostende de 1866; pero esta vez exigieron el destronamiento de Isabel, a la que acusaban de intervencionismo partidista y de deslealtad hacia la voluntad nacional.

 El resultado fue la Revolución de 1868, que obligó a Isabel II (de vacaciones en Guipúzcoa) a exiliarse en Francia. En 1870 abdicó en su hijo Alfonso y confió a Cánovas la defensa en España de la causa de la restauración dinástica; ésta se logró tras el fracaso de los sucesivos regímenes políticos del Sexenio Revolucionario (1868-74), y la entronización de Alfonso XII. La reina madre, símbolo del pasado y del desprestigio de los Borbones, regresó a España en 1876, severamente vigilada y bajo la prohibición de cualquier actividad política; pero sus desavenencias con el gobierno de Cánovas le decidieron a exiliarse definitivamente en París, donde permaneció resentida y aislada, sobreviviendo a su madre (1878), su hijo (1885), su marido (1902) y la mayor parte de sus amantes y amigos.


martes, 27 de enero de 2015

Anastasia Romanov

La gran duquesa Anastasia Nikoláyevna Románova (originalmente su nombre en ruso suena como Anastasia y con el título completo: Великая княжна Анастасия Николаевна Романова) (18 de junio de 1901/5 de junio según el calendario juliano - 17 de julio de 1918), fue la hija más joven del emperador Nicolás II, el último zar de la Rusia Imperial, y de su esposa Alejandra Fiódorovna. Anastasia fue la hermana menor de la Gran Duquesa Olga, la Gran Duquesa Tatiana y la Gran Duquesa María, y la hermana mayor de Alexis Nikoláyevich Románovzarévich de Rusia. Fue asesinada junto al resto de su familia el 17 de julio de 1918 por fuerzas de la policía secreta bolchevique. La leyenda de que Anastasia había sobrevivido a la Revolución Rusa estuvo vigente durante todo el siglo XX, y muchas impostoras afirmaron ser la princesa. La más famosa de ellas fue Anna Anderson, pero a pesar del apoyo que le prestaron muchas personas que habían conocido a Anastasia, las pruebas de ADN de Anderson en su pañuelo y pelo revelaron que no tenía ningún parentesco con la Gran Duquesa.


Unificación alemana (1864-1871)

Los 39 estados alemanes establecidos en el Congreso de Viena iniciaron una unidad económica antes que la política. En el año 1834 se puso en marcha el Zollverein, una unión aduanera que suprimía las barreras arancelarias para que se pudiera comerciar libremente entre todos los estados alemanes.

Los intentos de unidad política habían fracasado en 1830 y 1848 pues los estados alemanes más poderosos, el Imperio austriaco y el reino de Prusia, eran rivales, y el primero era contrario a la unidad. A partir de 1850, Prusia se convirtió en una gran potencia industrial y su ejército en el más poderoso de Europa.

En 1862, el rey Guillermo I de Prusia nombró canciller a Otto von Bismarck, decidido partidario de la unidad. De talante autoritario, Bismarck declaró: La unidad alemana no se hará con discursos o votaciones, sino a sangre y a hierro. Y asó fue como las etapas de la unificación alemana coincidieron con las siguientes tres guerras.

- LA GUERRA DE LOS DUCADOS (1864)

Bismarck pidió colaboración a Austria (aunque no la necesitaba) para que los dos principales estados alemanes recuperaran dos territorios (ducados) de población alemana que desde el Congreso de Viena estaban bajo administración de Dinamarca.

Una fulminante campaña militar conjunta arrebató los ducados a Dinamarca. Schleswig quedó para Prusia y Holstein para Austria. Pero pronto empezaron los roces entre Austria y Prusia, como había previsto Bismarck. De esta forma Bismarck obtuvo el pretexto para entrar en guerra con el Imperio austriaco.

-LA GUERRA AUSTRO-PRUSIANA (1866)

Prusia venció al Imperio austriaco en pocas semanas y pudo así excluir lo de la futura unidad alemana para no ver amenazado su liderato dentro de ella. Los estados alemanes del norte pidieron unirse a Prusia.
Solo los estados católicos del sur no se decidían por la unión.

Bismarck pensó que la amenaza de un país exterior incitaría los sentimientos nacionalistas y el pueblo de los estados del sur exigiría a sus gobernantes la unidad. Bismarck necesitaba un país agresor y calculó que no sería difícil que el orgulloso Napoleón III interviniera si se encontraba con el pretexto adecuado.

-LA GUERRA FRANCO-PRUSIANA (1870)

Napoleón III cayó en la trampa y declaró la guerra a Prusia. Como había previsto Bismarck, todos los estados alemanes se pusieron a las órdenes de Prusia. En poco más de un mes Prusia derrotó a Francia en la batalla de Sedán en la que el propio Napoleón III cayó prisionero. El Segundo Imperio francés se hundió y se proclamó la Tercera República.

El 18 de enero de 1871, en el palacio de Versalles, Francia se rindió y los gobernantes de todos los estados alemanes proclamaron emperador (Káiser) de Alemania a Guillermo I de Prusia, Francia tuvo que ceder el título imperial a Alemania y, además, dos territorios, Alsacia y Lorena que luego Alemania los perdería al terminar la Primera Guerra Mundial. Surgía el II Reich ( Segundo Imperio) alemán y la mayor potencia europea continental.

El respetado y temido canciller Bismarck se convirtió en el árbitro de la política europea durante los veinte años siguientes.


lunes, 26 de enero de 2015

Campos de concentración nazis

Durante la Segunda Guerra Mundial, se construyeron centros de exterminio en una fase posterior del programa de aniquilación. Usualmente, los cuerpos de las víctimas fueron quemados o enterrados en fosas comunes. Se ha estimado que se establecieron unos 15.000 campos de exterminio y de concentración en los países ocupados por la Alemania nazi, sin incluir a los pequeños campos creados para la población local. La mayor parte de estos campos fueron destruidos.

 El término campo de concentración fue utilizado por primera vez para describir a los campos operados por el Reino Unido en Sudáfrica durante la Segunda Guerra de los Bóers, y ese se refiere a un lugar dominado por el maltrato, la inanición, el trabajo forzado y el asesinato. Éstos campos de concentración, de trabajo, o de exterminio se crearon con el fin de mantener y exterminar judíos, disidentes políticos, homosexuales, gitanos, eslavos, testigos de Jehová, criminales comunes, discapacitados, y demás colectivos calificados como seres inferiores o traidores por el ideario nazi.

 He aquí los campos de concentración más importantes y relevantes de la época:

 - Auschwitz-Bikernau en Polonia fue un campo de exterminio y trabajo

 -Buchenwald en Alemania, campo de trabajo

 -Dachau en Alemania, campo de trabajo

 -Chelmno en Polonia, campo de exterminio

 -Treblinka en Polonia, campo de exterminio

 -Sachsenhausen en Alemania, campo de trabajo

 Cabe aclarar que no debe tomarse la denominación campo de trabajo a la ligera. En los campos de trabajo alemanes de Ravensbruck, Neuengamme o Sachsenhausen se estima que el número de muertos supera el 50 % del número de prisioneros, un índice de mortalidad mayor al del campo de exterminio situado en Varsovia.

 Los campos de exterminio estaban equipados con cámaras de gas, el gas que se usaba era el gas Zyklon-B pero en los campos de concentración también se aniquilaba con muchos sistemas como el ahorcamineto, hacinamiento masivo en trenes que nunca paraban (trenes de la muerte), incineración...




jueves, 1 de enero de 2015

Independencia de Estados Unidos

Un siglo después del descubrimiento de América, es decir, a partir de 1607, los colonos ingleses fueron asentándose en la costa oriental del nuevo continente.

En el siglo XVII, ya se habían establecido en la zona trece colonias, unos territorios muy ricos que suministraban a la metrópoli (Gran Bretaña) abundantes materias primas. No obstante, el rey británico Jorge III practicó una política abusiva: debido a los gastos generados por las guerras que mantuvo con Francia, subió los impuestos a los americanos (impuestos sobre prensa y té).

Los colonos de la burguesía americana no aceptaron estos nuevos impuestos, ya que ni siquiera gozaban del derecho de representación en el Parlamento de Inglaterra. La situación se agravó después del llamado Motín del Té: en el puerto de Boston, un grupo de insurrectos asalta tres barcos y lanza su carga de té al mar. La población es reprimida cruelmente y se decreta el estado de excepción.

A partir de ese momento, se inició un proceso imparable de independencia que culminó en el año 1783 con la firma del Tratado de Versalles, por el cual Inglaterra tuvo que reconocer la soberanía de los EE.UU.

-FASES DE LA INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS 

-1765: Impuestos sobre libros y periódicos.
-1767: Impuestos sobre el té,vidrio,papel....

-1773: Motín del Té
-1775: Enfrentamientos armados entre los "casacas rojas" británicos y el ejército americano reclutado y dirigido por George Washington
-1776: El 4 de julio delegados de las trece colonias publican la Declaración de Independencia en Filadelfia
-1777: Continuos fracasos militares de los americanos: Benjamin Franklin se gana el apoyo de España y Francia: primera gran victoria americana en Saratoga.
-1781: Victoria americana en Yorktown y rendición de los británicos
-1783: Tratado de Versalles
-1787: Primera constitución de los Estados Unidos
-1789: George Washington es elegido primer presidente de los Estados Unidos de América

Dinastía Romanov

Familia reinante en Rusia desde el año 1613 hasta la Revolución Rusa de 1917. Era una familia nobiliaria de origen lituano, establecida en Moscú desde el siglo XIV. Tomaron su nombre de un ancestro del siglo XVI, Roman Yurev, cuya hija Anastasia casó con Iván IV, el Terrible.

Ganaron influencia durante los años de anarquía que siguieron a la muerte de Iván IV (1584). Y en 1613 una asamblea nobiliaria eligió rey al sobrino de Iván (y nieto de Román Yurev), Miguel III (1613-1645), con el cuál se inició la dinastía. Inicialmente no tenían una norma sucesoria establecida, de manera que se limitaron a seguir la costumbre de dejar el trono al primogénito del rey o al pariente varón más cercano. Así, a Miguel le sucedieron su hijo Alejo I (1645-1676) y su nieto Teodoro III (1676-1682).

Al morir Teodoro III tuvo lugar un conflicto sucesorio entre los descendientes de Alejo I, Pedro I el Grande (1682-1725) y sus hermanastros Iván V y Sofía. En 1689 Pedro I se impuso a ambos y a la guardia imperial que les apoyaba, e inició un reinado marcado por la expansión y modernización de Rusia. Fue el primer monarca en adoptar el título de Zar de todas las Rusias. Para impedir que se repitieran las luchas sucesorias y reforzar al poder real, Pedro I estableció que fuera el propio zar quien designara a su heredero (1722).

Pedro designó como sucesora a su esposa Catalina I (1725-1727); pero al morir ésta, el trono volvió al linaje Romanov en su hijo Pedro II (1727-1730) y en su sobrina-hija de Iván V - Ana Inavovna (1730-1740). La influencia alemana sobre Rusia, iniciada en tiempos de Pedro I, se acrecentó durante los reinados de Catalina y Ana, hasta el punto de que un alemán como Iván VI (1740-1741) se convirtiera en zar. Una vez más el trono volvió a los Romanov con la zarina Isabel (1741-1761), que era hija de Pedro I.

Con ella se extinguió el linaje y, aunque la dinastía conservó el nombre de Romanov, de hecho fue sustituida por la casa alemana de Holstein-Gottorp. El ascenso de ésta al trono de Rusia se produjo con el sobrino de Isabel, Pedro III (1761-1762), que se alió de inmediato con Federico II de Prusia. Pero una conspiración de la nobleza y del clero le obligó a abdicar, sucediéndole su esposa, Catalina II la Grande (1762-1796), que usurpó el trono arrebatándoselo a su propio hijo Pablo I (1796-1801); no obstante, le designó para sucederle en el trono. Y fue Pablo quién reguló definitivamente el orden sucesorio de la Corona rusa (1797). Murió asesinado por una conspiración que encabezaba a su hijo Alejandro I (1801-1825). Su hermano Constantino renunció a la sucesión, por lo que el trono recayó en manos de otro hermano, Nicolás I (1825-1855).

Luego se siguió el orden sucesorio normal de padres a hijos, con Alejandro II (1855-1881), Alejandro III (1881-1894) y Nicolás II (1894-1917). Éste fue el último zar de Rusia, destronado por la Revolución de febrero. Parece que abdicó poco después a favor de su hermano Miguel, pero que éste renunció al día siguiente. En todo caso, después de la Revolución de octubre, los bolcheviques asesinaron al grueso de la familia real en Ekaterimburgo (Urales) en 1918, salvándose algunos de los miembros de menor importancia que huyeron al extranjero.

-MISTERIO DE LA GRAN DUQUESA ANASTASIA ROMANOV 

Tras el destronamiento, los Romanov fueron exiliados en Ekaterimburgo (Rusia central).El 20 de mayo de 1918 fueron hechos prisioneros por los bolcheviques y llevados prisioneros a un pueblo cercano, Alapayevsk,En la noche del 16 de julio fueron encerrados en una bodega, allí los ejecutó un escuadrón mandado por Yakov Yukorovsky, los cuerpos se intentaron transportar en un camión hasta una mina, pero una avería hizo que se depositasen en una fosa donde arrojaron ácido sulfúrico para evitar identificaciones, aplanando posteriormente el terreno. El investigador Nikolai Sokolov realizó una indagación entre 1918 y 1919, que recogió en un informe de 7 volúmenes que sirvió de punto de referencia al respecto. Sin embargo, los restos permanecieron sin descubrir. Pero en abril de 1989, en una entrevista publicada en Moscow News, el director cinematográfico Geli Ryabov reveló que, junto al geólogo Alexander Avdonin, había localizado el lugar en Ekaterimburgo, a unos 10 kilómetros  del sitio descrito por Sokolov. En julio de 1991 Boris Yetsin autorizó la correspondiente exhumación y allí se encontraron más de 1000 fragmentos óseos correspondientes, según los estudios forenses, a 5 hembras y 4 varones, por lo que de tratarse de los Romanov, faltaban dos esqueletos. Los esqueletos hallados presentaban evidencias de maltrato antes de la muerte, orificios de balas en algunos cráneos, en 1992, Pavel Ivanov, experto ruso en análisis de huellas genéticas del ADN, pidió la colaboración del Dr. Peter Gill, y a fin de investigar el ADN nuclear y mitoconcrial de las muestras óseas. Se confirmó que correspondían a 4 varones y 5 hembras (tres de ellas niñas), siendo uno de los varones y una de las hembras los padres de las tres niñas. Ello reforzaba el relato de Yarovski de que faltaban los restos de Alexei y de una de las zarinas. Anna Anderson una inmigrante americana, fallecida en 1984, desde su lejana aparición en Berlín, no dejo de reclamar durante toda su vida que era la hija más pequeña del zar Nicolás II, la zarina Anastasia. Pero se demostró que Anna Anderson no tenía ninguna relación con la familia del zar, su ADN correspondía al de un inmigrante procedente de Pomerania, región que limita entre Polonia y Alemania. Anastasia Romanov fue ejecutada junto a su familia en Ekaterimburgo.