viernes, 24 de julio de 2015

Alfonso XI y la batalla del Salado (1340)

- BIOGRAFÍA DE ALFONSO XI DE CASTILLA 'EL JUSTICIERO'

Alfonso XI de Castilla y León, llamado el Justiciero nació en Salamanca en el año 1311. Fue rey de Castilla y León desde el año 1312 hasta 1350, era hijo de Fernando IV y de Constanza de Portugal, accedió al trono al año de nacer y hasta su mayoría de edad en 1325 se sucedieron las discordias por el control de la regencia entre don Felipe, don Juan el Tuerto, y don Juan Manuel, quienes se dividieron el reino.

Sus excelentes dotes de gobierno y su gran pericia militar se manifestaron en la ocupación del estrecho de Gibraltar, llevada a cabo tras la victoria del Salado (1340), en la que contó con la ayuda de los reyes de la Corona de Aragón y Portugal, y en la conquista de Algeciras (1344). La participación en la Guerra de los Cien Años le supuso la ampliación del comercio de la lana y la conquista de nuevos mercados en Flandes.

Alfonso XI de Castilla reforzó durante su reinado la autoridad de la corona mediante la supresión de las hermandades y el control de la nobleza; para ello se apoyó en las ciudades, enriquecidas por el comercio lanero. Con la colaboración de las Cortes llevó a cabo una amplia reforma legislativa que culminaría en el Ordenamiento de Alcalá (1348).

 Se casó con María de Portugal, de quien tuvo a su sucesor, Pedro I el Cruel, y a la que relegó a un segundo plano para mantener la preeminencia de su favorita, Leonor de Guzmán, con la que tuvo diez hijos, entre ellos Enrique II de Trastámara (futuro rey de Castilla) y el infante don Fadrique.

Alfonso XI murió en Gibraltar en el año 1350 a causa de la Peste Negra.

- BATALLA DEL RÍO SALADO, EL GOLPE DEFINITIVO A LOS BENIMERINES

El 30 de octubre de 1340, las tropas de Alfonso XI derrotaban a una coalición de benimerines y nazaríes granadinos en la batalla del Salado. No sería hasta 150 años después cuando la caída de Granada pusiese fin a la Reconquista pero en términos de esfuerzo bélico, la batalla del Salado y la posterior conquista de Algeciras dejarían al enemigo musulmán visto para sentencia.

En tiempos de Alfonso XI, la amenaza musulmana se reducía al poderoso reino nazarí de Granada y sus eventuales aliados benimerines del norte de África, apostados en la ciudad de Algeciras. En aquella época la gran batalla contra los musulmanes no se libraba por el control de la Península, tarea ya imposible para ellos, sino por el dominio del Estrecho y sus principales enclaves defensivos: Gibraltar, Algeciras, y Tarifa.

En 1339, al poco de terminar una tregua con Castilla, los benimerines comenzaron a desembarcar sus tropas en la Península. Alfonso XI mandó a su almirante Alonso Jofre Tenorio para entorpecer el paso y este pudo derrotar y dar muerte a Abd-al-Malik, hijo del caudillo de los benimerines. Sin embargo, las fuerzas musulmanas eran muy superiores y el 16 de abril de 1340, Tenorio moría al ser apresada su galera.

Con el puente del Estrecho despejado, los benimerines pudieron culminar con comodidad el desembarco y prepararse para la batalla. Con Alfonso XI formaba su suegro Alfonso IV de Portugal y gran parte de la nobleza castellana y aragonesa, incluido el infante renegado don Juan Manuel, el ilustre literato. Nuevamente, como en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, los reinos cristianos hacían frente a los musulmanes unidos por un espíritu de cruzada. El enfrentamiento fue feroz, pero el ejército musulmán se vio sorprendido por el ataque de la guarnición tarifeña por su retaguardia. Las crónicas, sin duda exageradas, hablan de 30.000 prisioneros.

Sin embargo, Alfonso XI no dio la victoria por conseguida. Emprendió la entrada en Granada, solo para persuadir al rey nazarí y se lanzó sobre Algeciras, ciudad que estuvo cercada hasta el 25 de marzo de 1344, en que se rindió tras un enorme desgaste. Aún trataría Alfonso de rematar la faena en Gibraltar, pero la ciudad del peñón resistiría hasta casi un siglo después, hasta 1462 donde se conquistaría definitivamente con el rey Enrique IV de Castilla . En cualquier caso la batalla por el Estrecho estaba ganada y Castilla seguía aumentando sus dominios.


Vídeo en el que se muestra la batalla del Salado y Alfonso XI.




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