Todo lo que quieras saber sobre la historia del mundo y de España. "La Historia sirve para no volver a caer en el mismo error".
viernes, 31 de julio de 2015
miércoles, 29 de julio de 2015
Jorge Rafael Videla
Jorge Rafael Videla nació el 2 de agosto de 1925 en Mercedes (Argentina), fue un militar y político argentino que encabezó el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 e inició una dictadura militar que se prolongaría hasta 1983; el propio Videla detentó el poder entre 1976 y 1981, ejerciendo una brutal represión contra toda oposición política.
Jorge Rafael Videla ingresó en el ejército siendo muy joven, y a los diecinueve años era oficial de infantería. Formó parte de la Secretaría de Defensa (1958-1960), dirigió la Academia Militar hasta 1962, y en 1971 ascendió a general. Nombrado jefe de Estado Mayor en 1973, y comandante en jefe del ejército un año más tarde, el 24 de marzo de 1976 dirigió el golpe de Estado que derrocó a la viuda del general Perón, María Estela Martínez, y se convirtió en presidente de la Junta Militar que pasó a detentar el poder.
Videla disolvió el congreso y prohibió toda actividad política y sindical, además de establecer un férreo control militar de la central obrera (CGT). El nuevo régimen favoreció las inversiones multinacionales e impulsó el comercio exterior a costa del desmantelamiento de la industria nacional, y no pudo controlar una galopante inflación ni el abrumador incremento de la deuda exterior.
Las Fuerzas Armadas eliminaron a las guerrillas izquierdistas y peronistas y a todo tipo de oposición política mediante una feroz e indiscriminada represión, que supuso uno de los períodos más tenebrosos de la historia de Argentina, con miles de muertos, desaparecidos, y exiliados. Nombrado presidente de la República en 1980, cesó el cargo al año siguiente, sustituido por el general Roberto Viola.
Una vez restaurada la democracia en el país, fue juzgado por su responsabilidad en el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y por violación de los derechos humanos. Condenado a cadena perpetua en diciembre de 1985, fue amnistiado al cabo de cinco años gracias a la llamada ley de Punto Final.
En octubre de 1998 volvió a ser denunciado y detenido por el rapto de niños nacidos en cautividad durante su mandato, delito que no se contemplaba en las medidas de amnistía política de los años 1989 y 1990. Por su avanzada edad se le concedió arresto domiciliario hasta que en 2008, a causa de las gravedad de las imputaciones que pesaban sobre él, tuvo que ingresar de nuevo en prisión.
Jorge Rafael Videla murió el 17 de mayo de 2013 a los 87 años de edad en su celda a consecuencia de múltiples fracturas y por una hemorragia interna provocadas por una caída que sufrió mientras se duchaba, según los resultados de la autopsia. Permanecía en el pabellón de condenados por delitos de lesa humanidad en el Penal de Marcos Paz.
Jorge Rafael Videla ingresó en el ejército siendo muy joven, y a los diecinueve años era oficial de infantería. Formó parte de la Secretaría de Defensa (1958-1960), dirigió la Academia Militar hasta 1962, y en 1971 ascendió a general. Nombrado jefe de Estado Mayor en 1973, y comandante en jefe del ejército un año más tarde, el 24 de marzo de 1976 dirigió el golpe de Estado que derrocó a la viuda del general Perón, María Estela Martínez, y se convirtió en presidente de la Junta Militar que pasó a detentar el poder.
Videla disolvió el congreso y prohibió toda actividad política y sindical, además de establecer un férreo control militar de la central obrera (CGT). El nuevo régimen favoreció las inversiones multinacionales e impulsó el comercio exterior a costa del desmantelamiento de la industria nacional, y no pudo controlar una galopante inflación ni el abrumador incremento de la deuda exterior.
Las Fuerzas Armadas eliminaron a las guerrillas izquierdistas y peronistas y a todo tipo de oposición política mediante una feroz e indiscriminada represión, que supuso uno de los períodos más tenebrosos de la historia de Argentina, con miles de muertos, desaparecidos, y exiliados. Nombrado presidente de la República en 1980, cesó el cargo al año siguiente, sustituido por el general Roberto Viola.
Una vez restaurada la democracia en el país, fue juzgado por su responsabilidad en el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y por violación de los derechos humanos. Condenado a cadena perpetua en diciembre de 1985, fue amnistiado al cabo de cinco años gracias a la llamada ley de Punto Final.
En octubre de 1998 volvió a ser denunciado y detenido por el rapto de niños nacidos en cautividad durante su mandato, delito que no se contemplaba en las medidas de amnistía política de los años 1989 y 1990. Por su avanzada edad se le concedió arresto domiciliario hasta que en 2008, a causa de las gravedad de las imputaciones que pesaban sobre él, tuvo que ingresar de nuevo en prisión.
Jorge Rafael Videla murió el 17 de mayo de 2013 a los 87 años de edad en su celda a consecuencia de múltiples fracturas y por una hemorragia interna provocadas por una caída que sufrió mientras se duchaba, según los resultados de la autopsia. Permanecía en el pabellón de condenados por delitos de lesa humanidad en el Penal de Marcos Paz.
lunes, 27 de julio de 2015
domingo, 26 de julio de 2015
viernes, 24 de julio de 2015
Alfonso XI y la batalla del Salado (1340)
- BIOGRAFÍA DE ALFONSO XI DE CASTILLA 'EL JUSTICIERO'
Alfonso XI de Castilla y León, llamado el Justiciero nació en Salamanca en el año 1311. Fue rey de Castilla y León desde el año 1312 hasta 1350, era hijo de Fernando IV y de Constanza de Portugal, accedió al trono al año de nacer y hasta su mayoría de edad en 1325 se sucedieron las discordias por el control de la regencia entre don Felipe, don Juan el Tuerto, y don Juan Manuel, quienes se dividieron el reino.
Sus excelentes dotes de gobierno y su gran pericia militar se manifestaron en la ocupación del estrecho de Gibraltar, llevada a cabo tras la victoria del Salado (1340), en la que contó con la ayuda de los reyes de la Corona de Aragón y Portugal, y en la conquista de Algeciras (1344). La participación en la Guerra de los Cien Años le supuso la ampliación del comercio de la lana y la conquista de nuevos mercados en Flandes.
Alfonso XI de Castilla reforzó durante su reinado la autoridad de la corona mediante la supresión de las hermandades y el control de la nobleza; para ello se apoyó en las ciudades, enriquecidas por el comercio lanero. Con la colaboración de las Cortes llevó a cabo una amplia reforma legislativa que culminaría en el Ordenamiento de Alcalá (1348).
Se casó con María de Portugal, de quien tuvo a su sucesor, Pedro I el Cruel, y a la que relegó a un segundo plano para mantener la preeminencia de su favorita, Leonor de Guzmán, con la que tuvo diez hijos, entre ellos Enrique II de Trastámara (futuro rey de Castilla) y el infante don Fadrique.
Alfonso XI murió en Gibraltar en el año 1350 a causa de la Peste Negra.
- BATALLA DEL RÍO SALADO, EL GOLPE DEFINITIVO A LOS BENIMERINES
El 30 de octubre de 1340, las tropas de Alfonso XI derrotaban a una coalición de benimerines y nazaríes granadinos en la batalla del Salado. No sería hasta 150 años después cuando la caída de Granada pusiese fin a la Reconquista pero en términos de esfuerzo bélico, la batalla del Salado y la posterior conquista de Algeciras dejarían al enemigo musulmán visto para sentencia.
En tiempos de Alfonso XI, la amenaza musulmana se reducía al poderoso reino nazarí de Granada y sus eventuales aliados benimerines del norte de África, apostados en la ciudad de Algeciras. En aquella época la gran batalla contra los musulmanes no se libraba por el control de la Península, tarea ya imposible para ellos, sino por el dominio del Estrecho y sus principales enclaves defensivos: Gibraltar, Algeciras, y Tarifa.
En 1339, al poco de terminar una tregua con Castilla, los benimerines comenzaron a desembarcar sus tropas en la Península. Alfonso XI mandó a su almirante Alonso Jofre Tenorio para entorpecer el paso y este pudo derrotar y dar muerte a Abd-al-Malik, hijo del caudillo de los benimerines. Sin embargo, las fuerzas musulmanas eran muy superiores y el 16 de abril de 1340, Tenorio moría al ser apresada su galera.
Con el puente del Estrecho despejado, los benimerines pudieron culminar con comodidad el desembarco y prepararse para la batalla. Con Alfonso XI formaba su suegro Alfonso IV de Portugal y gran parte de la nobleza castellana y aragonesa, incluido el infante renegado don Juan Manuel, el ilustre literato. Nuevamente, como en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, los reinos cristianos hacían frente a los musulmanes unidos por un espíritu de cruzada. El enfrentamiento fue feroz, pero el ejército musulmán se vio sorprendido por el ataque de la guarnición tarifeña por su retaguardia. Las crónicas, sin duda exageradas, hablan de 30.000 prisioneros.
Sin embargo, Alfonso XI no dio la victoria por conseguida. Emprendió la entrada en Granada, solo para persuadir al rey nazarí y se lanzó sobre Algeciras, ciudad que estuvo cercada hasta el 25 de marzo de 1344, en que se rindió tras un enorme desgaste. Aún trataría Alfonso de rematar la faena en Gibraltar, pero la ciudad del peñón resistiría hasta casi un siglo después, hasta 1462 donde se conquistaría definitivamente con el rey Enrique IV de Castilla . En cualquier caso la batalla por el Estrecho estaba ganada y Castilla seguía aumentando sus dominios.
Vídeo en el que se muestra la batalla del Salado y Alfonso XI.
Sus excelentes dotes de gobierno y su gran pericia militar se manifestaron en la ocupación del estrecho de Gibraltar, llevada a cabo tras la victoria del Salado (1340), en la que contó con la ayuda de los reyes de la Corona de Aragón y Portugal, y en la conquista de Algeciras (1344). La participación en la Guerra de los Cien Años le supuso la ampliación del comercio de la lana y la conquista de nuevos mercados en Flandes.
Alfonso XI de Castilla reforzó durante su reinado la autoridad de la corona mediante la supresión de las hermandades y el control de la nobleza; para ello se apoyó en las ciudades, enriquecidas por el comercio lanero. Con la colaboración de las Cortes llevó a cabo una amplia reforma legislativa que culminaría en el Ordenamiento de Alcalá (1348).
Se casó con María de Portugal, de quien tuvo a su sucesor, Pedro I el Cruel, y a la que relegó a un segundo plano para mantener la preeminencia de su favorita, Leonor de Guzmán, con la que tuvo diez hijos, entre ellos Enrique II de Trastámara (futuro rey de Castilla) y el infante don Fadrique.
Alfonso XI murió en Gibraltar en el año 1350 a causa de la Peste Negra.
- BATALLA DEL RÍO SALADO, EL GOLPE DEFINITIVO A LOS BENIMERINES
El 30 de octubre de 1340, las tropas de Alfonso XI derrotaban a una coalición de benimerines y nazaríes granadinos en la batalla del Salado. No sería hasta 150 años después cuando la caída de Granada pusiese fin a la Reconquista pero en términos de esfuerzo bélico, la batalla del Salado y la posterior conquista de Algeciras dejarían al enemigo musulmán visto para sentencia.
En tiempos de Alfonso XI, la amenaza musulmana se reducía al poderoso reino nazarí de Granada y sus eventuales aliados benimerines del norte de África, apostados en la ciudad de Algeciras. En aquella época la gran batalla contra los musulmanes no se libraba por el control de la Península, tarea ya imposible para ellos, sino por el dominio del Estrecho y sus principales enclaves defensivos: Gibraltar, Algeciras, y Tarifa.
En 1339, al poco de terminar una tregua con Castilla, los benimerines comenzaron a desembarcar sus tropas en la Península. Alfonso XI mandó a su almirante Alonso Jofre Tenorio para entorpecer el paso y este pudo derrotar y dar muerte a Abd-al-Malik, hijo del caudillo de los benimerines. Sin embargo, las fuerzas musulmanas eran muy superiores y el 16 de abril de 1340, Tenorio moría al ser apresada su galera.
Con el puente del Estrecho despejado, los benimerines pudieron culminar con comodidad el desembarco y prepararse para la batalla. Con Alfonso XI formaba su suegro Alfonso IV de Portugal y gran parte de la nobleza castellana y aragonesa, incluido el infante renegado don Juan Manuel, el ilustre literato. Nuevamente, como en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, los reinos cristianos hacían frente a los musulmanes unidos por un espíritu de cruzada. El enfrentamiento fue feroz, pero el ejército musulmán se vio sorprendido por el ataque de la guarnición tarifeña por su retaguardia. Las crónicas, sin duda exageradas, hablan de 30.000 prisioneros.
Sin embargo, Alfonso XI no dio la victoria por conseguida. Emprendió la entrada en Granada, solo para persuadir al rey nazarí y se lanzó sobre Algeciras, ciudad que estuvo cercada hasta el 25 de marzo de 1344, en que se rindió tras un enorme desgaste. Aún trataría Alfonso de rematar la faena en Gibraltar, pero la ciudad del peñón resistiría hasta casi un siglo después, hasta 1462 donde se conquistaría definitivamente con el rey Enrique IV de Castilla . En cualquier caso la batalla por el Estrecho estaba ganada y Castilla seguía aumentando sus dominios.
Vídeo en el que se muestra la batalla del Salado y Alfonso XI.
martes, 21 de julio de 2015
sábado, 18 de julio de 2015
Aniversario del inicio de la Guerra Civil española (1936-1939)
Con el motivo del 79 aniversario del inicio de la Guerra Civil española, he publicado el siguiente vídeo en mi blog
miércoles, 15 de julio de 2015
José Antonio Primo de Rivera
José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia nació en Madrid el 24 de abril del año 1903. Fue un político español de carácter fascista, fundador y líder del partido político de ideología fascista y nacionalsindicalista llamado Falange Española. Era hijo primogénito del dictador Miguel Primo de Rivera y hermano de Pilar Primo de Rivera (delegada nacional de la Sección Femenina, la rama femenina del partido de la Falange). Decidió entrar en la política para defender la memoria de su padre, generalmente denostada en los años del hundimiento de la dictadura y la implantación de la Segunda República (14 de abril de 1931).
José Antonio fracasó en su intento de obtener un escaño de diputado en las elecciones de 1931, a las que se presentó con Unión Monárquica Nacional; pero consiguió su propósito en las de 1933, integrado en una coalición conservadora. Utilizó su escaño y las libertades democráticas del régimen republicano para un nuevo partido de inspiración fascista, atraído por los modelos de Benito Mussolini y Adolf Hitler.
Tras varios intentos fracasados, en 1933 creó la Falange Española; al año siguiente la fusionó con otro grupo de ideología similar, las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma Ramos, dando lugar a FE de las JONS. Combinando la agitación callejera (frecuentemente violenta) de sus jóvenes militantes con la propaganda política, la Falange fue adquiriendo notoriedad en la vida pública española.
Pero las elecciones de 1936, en las que no obtuvo ni un solo escaño, demostraron su escaso apoyo entre la opinión pública. Por entonces, la Falange estaba ya decididamente inclinada al uso de la fuerza y al abandono de la lucha política legal, contra el ascenso del poder de la izquierda y de los nacionalismos regionales, que entendía como amenazas contra sus valores esenciales. La derrota electoral de 1936 confirmó esa tendencia y lanzó a los falangistas al pistolerismo y a la conspiración contra la República.
En aquel mismo año, el gobierno de izquierdas declaró ilegal a la Falange como responsable de desórdenes públicos, y encarceló a su jefe, José Antonio Primo de Rivera. Cinco meses más tarde tuvo lugar el golpe de Estado militar encabezado por los generales Emilio Mola y Francisco Franco, con el que dio comienzo la Guerra Civil española (18 de julio de 1936 - 1 de abril de 1939). El gobierno republicano, consciente de la convivencia de la Falange con los golpistas, trasladó a José Antonio de Madrid a una cárcel más segura en Alicante, donde fue condenado a muerte por un tribunal popular y fusilado el 20 de noviembre de 1936.
Los golpistas y militares alzados en armas contra la República no hicieron nada por salvar la vida de José Antonio, cuya muerte en plena juventud les suministró un mito heroico ampliamente explotado en los años siguientes; al mismo tiempo, la desaparición de José Antonio eliminó del bando rebelde al único líder con carisma que podía hacer sombra a los militares, dejando el camino libre para la conversión de la Falange en el partido único durante el régimen dictatorial de Francisco Franco (unificada con los tradicionalistas formando FET de las JONS), una Falange domesticada y desprovista de su mística revolucionaria inicial, con Franco como jefe nacional.
José Antonio Primo de Rivera descansa en el Valle de los Caídos, lugar donde también descansa Francisco Franco.
martes, 14 de julio de 2015
Toma de la Bastilla
Como consecuencia del 226 aniversario de la Toma de la Bastilla (1789-2015), he decidido conmemorar este aniversario subiendo una entrada a mi blog.
Augusto Pinochet
Augusto Pinochet Ugarte nació en Valparaíso el día 25 de noviembre de 1915. Fue un dictador chileno que se hizo con el poder tras derrocar el gobierno del presidente electo Salvador Allende en el año 1973 y que gobernó Chile entre 1973 y 1990, reprimiendo duramente a la oposición política. Pese a la violación reiterada de los derechos humanos que tuvo lugar bajo su mandato, conservó parte de su poder y privilegios hasta 1998.
Augusto Pinochet salió de la escuela militar en 1936 con el grado de teniente de infantería y continuó sus estudios en la especialidad de geopolítica. Fue encargado de realizar misiones de relativa importancia hasta que en 1956 formó parte de la delegación militar chilena en Estados Unidos. Diez años más tarde había alcanzado el grado de coronel y poco después se le confió el mando de la IV División. A partir de ese momento su prestigio dentro de las Fuerzas Armadas fue en aumento. En 1969 alcanzó el generalato y la jefatura del estado mayor del ejército.
Tras el triunfo de la Unidad Popular (UP) encabezada por Salvador Allende en 1970, catalizó el malestar de los sectores más conservadores del ejército y de la sociedad chilena ante el avance de la izquierda. En el contexto de una campaña de desestabilización de las instituciones estatales, en 1973 el legalista general Carlos Prats fue obligado por sus compañeros a renunciar a sus cargos de ministro de Defensa y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas; fue sustituido por el general Pinochet, quien, con el apoyo de Estados Unidos, el 11 de septiembre de 1973 encabezó el golpe de estado que derrocó el régimen de Salvador Allende. El Palacio de la Moneda fue bombardeado y el presidente Salvador Allende, que se encontraba en su interior, se negó a rendirse y se suicidó según investigaciones con un fusil que le regaló Fidel Castro.
Pinochet desencadenó una dura represión con el objetivo de eliminar a la oposición política y concentró en su persona casi la totalidad de los poderes del Estado. Los servicios de inteligencia, la DINA y el Centro Nacional de Información (CNI), creado en 1977, tuvieron un importante papel en la represión y el régimen autoritario que instauró. La persecución de los opositores al régimen traspasó incluso las fronteras nacionales, como lo demuestran, entre otros, los atentados que le costaron la vida al general Prats en Buenos Aires y a Orlando Letelier en Washington, en 1974 y 1976 respectivamente.
Tras la promulgación de varias actas constitucionales, en 1980 aprobó una Constitución de carácter autoritario, que aseguró su permanencia en el gobierno hasta 1989. Eliminada toda oposición política y sindical, su régimen instituyó una nueva política económica basada en los principios neoliberales. Su severo plan de ajuste supuso un drástico recorte de los salarios y la privatización de las empresas públicas.
Tras las recesiones de 1975, 1976, 1982, y 1983, la economía diseñada por su régimen comenzó a dar rendimientos y a experimentar una gran expansión, hasta el punto de que fue tenida como modélica en América Latina. Seguro de sus logros políticos y económicos y de su autoridad e influencia en el país, en 1988 convocó un referéndum dentro del marco previsto por la Constitución. Las urnas no le fueron favorables, y con el triunfo de la oposición política coaligada en Concertación Democrática (CD), se inició el proceso de transición a la democracia, marcada por la moderación y por el enorme poder que conservaba Pinochet.
Las elecciones convocadas a continuación para sucederle fueron ganadas por CD, y en 1990 cedió la presidencia al democristiano Patricio Aylwin. No obstante, conservó la jefatura de las Fuerzas Armadas hasta marzo de 1998, cuando entró en el Congreso como senador vitalicio. Inquietado en sus últimos años por la justicia, viajó a Gran Bretaña para una intervención quirúrgica, y debió hacer frente a una orden de detención que lo retuvo en Londres durante varios meses. Intervino en el proceso el juez español Baltasar Garzón, por la responsabilidad que tendría Pinochet en la muerte de ciudadanos españoles en el periodo de la dictadura militar que él presidió.
Regresó a Chile el 3 de marzo del 2000. A pesar de que intentó alejarse de la vida pública, se mantuvo en el centro de la actualidad por la infinidad de demandas presentadas en su contra por los atropellos contra los derechos humanos cometidos durante su gobierno: detenciones ilícitas, apremios ilegítimos, asesinatos e incluso terrorismo de Estado. Tras su muerte, ocurrida el 10 de diciembre de 2006, fue velado en la Escuela Militar de Santiago, pero sin que se le rindieran honores de Estado.
Tras las recesiones de 1975, 1976, 1982, y 1983, la economía diseñada por su régimen comenzó a dar rendimientos y a experimentar una gran expansión, hasta el punto de que fue tenida como modélica en América Latina. Seguro de sus logros políticos y económicos y de su autoridad e influencia en el país, en 1988 convocó un referéndum dentro del marco previsto por la Constitución. Las urnas no le fueron favorables, y con el triunfo de la oposición política coaligada en Concertación Democrática (CD), se inició el proceso de transición a la democracia, marcada por la moderación y por el enorme poder que conservaba Pinochet.
Las elecciones convocadas a continuación para sucederle fueron ganadas por CD, y en 1990 cedió la presidencia al democristiano Patricio Aylwin. No obstante, conservó la jefatura de las Fuerzas Armadas hasta marzo de 1998, cuando entró en el Congreso como senador vitalicio. Inquietado en sus últimos años por la justicia, viajó a Gran Bretaña para una intervención quirúrgica, y debió hacer frente a una orden de detención que lo retuvo en Londres durante varios meses. Intervino en el proceso el juez español Baltasar Garzón, por la responsabilidad que tendría Pinochet en la muerte de ciudadanos españoles en el periodo de la dictadura militar que él presidió.
Regresó a Chile el 3 de marzo del 2000. A pesar de que intentó alejarse de la vida pública, se mantuvo en el centro de la actualidad por la infinidad de demandas presentadas en su contra por los atropellos contra los derechos humanos cometidos durante su gobierno: detenciones ilícitas, apremios ilegítimos, asesinatos e incluso terrorismo de Estado. Tras su muerte, ocurrida el 10 de diciembre de 2006, fue velado en la Escuela Militar de Santiago, pero sin que se le rindieran honores de Estado.
lunes, 13 de julio de 2015
Sir Francis Drake
Sir Francis Drake nació en Devonshire (Reino Unido) en el año 1540. Fue un navegante y explorador inglés. Ingresó muy joven en la marina y se adiestro con el capitán John Hawkins. En 1572 dirigió una expedición contra los puertos españoles del Caribe. En este viaje, durante el cual divisó por primera vez el océano Pacífico, saqueó el puerto de Nombre de Dios, en Panamá, y la ciudad de Cartagena de Indias, en Colombia, y regresó a su patria con un cargamento de plata española.
La reina Isabel I de Inglaterra no tardó en encomendarle una nueva expedición secreta contra las colonias españolas del Pacífico. Zarpó en 1577 al mando de cinco barcos y más de un centenar de hombres. Cruzó el océano Atlántico, llegó al Río de la Plata y más tarde al estrecho de Magallanes. En 1579 reemprendió el viaje de vuelta por el Pacífico, pero se dirigió hacia el oeste; llegó a las islas Molucas, después a Java y Célebes, en Indonesia, y dobló el extremo meridional de África.
La reina Isabel I de Inglaterra no tardó en encomendarle una nueva expedición secreta contra las colonias españolas del Pacífico. Zarpó en 1577 al mando de cinco barcos y más de un centenar de hombres. Cruzó el océano Atlántico, llegó al Río de la Plata y más tarde al estrecho de Magallanes. En 1579 reemprendió el viaje de vuelta por el Pacífico, pero se dirigió hacia el oeste; llegó a las islas Molucas, después a Java y Célebes, en Indonesia, y dobló el extremo meridional de África.
Arribó en Inglaterra en el año 1580, donde fue recibido triunfalmente y aclamado como el primer inglés que había circunnavegado el mundo (con anterioridad, solo Juan Sebastián Elcano junto con Fernando de Magallanes (muerto en Filipinas por los nativos) habían podido llevar a cabo tal hazaña en el año 1522. Drake, portador de especias y tesoros saqueados a los españoles, recibió en manos de la reina Isabel I el título de Sir en una ceremonia celebrada a bordo del Golden Hind. También se le llegó a nombrar alcalde en 1581 y fue miembro del Parlamento en 1584 y 1585.
En este mismo año partió de nuevo hacia las Indias Occidentales con el mismo fin de su viaje anterior. Atacó, entre otras, la colonia española de San Agustín (hoy Florida) y fundó el primer asentamiento inglés del Nuevo Mundo, en la isla de Roanoke (a la altura de Carolina del Norte). La tradición atribuye a Drake la introducción del tabaco en Inglaterra, precisamente al regreso de este último viaje.
En 1585, se iniciaba la Guerra anglo-española (1585-1604), e Isabel I de Inglaterra le encargó una nueva misión: destruir la flota española surta en el puerto de Cádiz, operación que culminó con éxito. Luego, participó en calidad de vicealmirante en la batalla naval en la que en 1588 los ingleses dispersaron la Armada Invencible de Felipe II, aunque no logró aniquilar la formidable escuadra enemiga, como era su objetivo.
Tras esta victoria, regresó a la ciudad de Plymouth y a su escaño en el Parlamento. En 1595 emprendió un último viaje a las Indias Occidentales por mandato de la reina, pero esta expedición contra los españoles resultó un fracaso.
Drake falleció en el año 1596 en Portobelo (Panamá) a causa de una disentería.
Tras esta victoria, regresó a la ciudad de Plymouth y a su escaño en el Parlamento. En 1595 emprendió un último viaje a las Indias Occidentales por mandato de la reina, pero esta expedición contra los españoles resultó un fracaso.
Drake falleció en el año 1596 en Portobelo (Panamá) a causa de una disentería.
sábado, 11 de julio de 2015
Iván IV de Rusia - Iván el Terrible
Nació el 25 de agosto de 1530 en Kolómenskoye (Rusia). Su abuelo fue Iván III y su padre Basilio III, a quien sucedió a los tres años. Se casó con Anastasia Romanovna, hija de un boyardo.
Fue el primer gobernante ruso coronado como zar (el 16 de enero de 1547) y durante los primeros años de su reinado se produjo una expansión exterior y centralización del poder estatal. En el año 1549 convocó la Zemski Sobor, la primera asamblea nacional de representantes convocada por un gobernante ruso. Ese mismo año inició una revisión global del código legal ruso.
Conquistó y anexionó los kanatos tártaros de Kazán (1552) y Astracán (1556), para convertir al río Volga en parte del territorio ruso y poner fin a la amenaza que suponían estas zonas tártaras para Rusia. Sin embargo, no consiguió ganar la guerra con Livonia (1558-1583), donde intentaba conseguir una plaza fuerte en la costa del Báltico.
Se rodeó de un grupo de nobles, a los que permitió ejercer un poder despótico en sus dominios. En el año 1570 devastó la ciudad de Novgorod y ordenó la matanza de miles de sus habitantes, porque, al parecer, estaban conspirando contra él. Diez años más tarde en un ataque de cólera, golpeó hasta matar a su hijo mayor. En sus últimos años, inició la adquisición de Siberia, una vez que la mayor parte de la cuenca del río Obi se hallaba ya bajo control ruso (1581-1583) gracias al cosaco Yermak Timofeievich.
Cónyuge de Anastasia Romanovna Zajárina de 1547 a 1560, de María Temrjukovna de 1561 a 1569, de Marfa Sobakina 1571 a 1571, de Anna Koltovskaya de 1572 a 1574, de Anna Vasilchikov en 1575, de Vasilisa Melentyeva de 1579 a 1579, de María Dolgoruki de 1580 a 1580, y de María Nagaya de 1581 a 1584. Fue padre de seis hijos, entre ellos Teodoro I de Rusia y Dimitri I el Falso.
Iván IV el Terrible falleció en Moscú el 18 de marzo de 1584.
Fue el primer gobernante ruso coronado como zar (el 16 de enero de 1547) y durante los primeros años de su reinado se produjo una expansión exterior y centralización del poder estatal. En el año 1549 convocó la Zemski Sobor, la primera asamblea nacional de representantes convocada por un gobernante ruso. Ese mismo año inició una revisión global del código legal ruso.
Conquistó y anexionó los kanatos tártaros de Kazán (1552) y Astracán (1556), para convertir al río Volga en parte del territorio ruso y poner fin a la amenaza que suponían estas zonas tártaras para Rusia. Sin embargo, no consiguió ganar la guerra con Livonia (1558-1583), donde intentaba conseguir una plaza fuerte en la costa del Báltico.
Se rodeó de un grupo de nobles, a los que permitió ejercer un poder despótico en sus dominios. En el año 1570 devastó la ciudad de Novgorod y ordenó la matanza de miles de sus habitantes, porque, al parecer, estaban conspirando contra él. Diez años más tarde en un ataque de cólera, golpeó hasta matar a su hijo mayor. En sus últimos años, inició la adquisición de Siberia, una vez que la mayor parte de la cuenca del río Obi se hallaba ya bajo control ruso (1581-1583) gracias al cosaco Yermak Timofeievich.
Cónyuge de Anastasia Romanovna Zajárina de 1547 a 1560, de María Temrjukovna de 1561 a 1569, de Marfa Sobakina 1571 a 1571, de Anna Koltovskaya de 1572 a 1574, de Anna Vasilchikov en 1575, de Vasilisa Melentyeva de 1579 a 1579, de María Dolgoruki de 1580 a 1580, y de María Nagaya de 1581 a 1584. Fue padre de seis hijos, entre ellos Teodoro I de Rusia y Dimitri I el Falso.
Iván IV el Terrible falleció en Moscú el 18 de marzo de 1584.
jueves, 9 de julio de 2015
Guerra de los Cien Años
La expresión Guerra de los Cien Años, surgió a mediados del siglo XIX, identificando una serie de conflictos armados, registrados de forma intermitente, durante el siglo XIV y siglo XV (1337-1453), con la participación de Francia e Inglaterra. La larga duración de este conflicto bélico se explica por el gran poderío de los ingleses por un lado y la obstinada resistencia francesa por el otro.
Esta fue la primera gran guerra europea que provocó profundas transformaciones en la vida económica, social, y política de Europa occidental. El reino de Francia fue apoyado por los reinos de Escocia, Bohemia, Castilla, y el papado de Avignon. Inglaterra tuvo como aliados a Flandes, reinos alemanes y Portugal.
La cuestión dinástica que desencadenó la llamada Guerra de los Cien Años sobrepasó el carácter feudal de las rivalidades político militares de la Edad Media y marcó el contenido de los futuros confrontamientos entre las grandes monarquías europeas. La Guerra de los Cien Años duró 116 años (aunque hubo periodos largos de alto al fuego, treguas y paz por motivos económicos, políticos, y por la epidemia de peste bubónica más conocida como la Peste Negra o Muerte Negra ocurrida entre 1347 y 1361, matando a casi más de un tercio de la población europea).
- CAUSAS DE LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS
- La posesión de vastas comarcas de Francia por la corona inglesa, lo que obligó a Francia a unificar el territorio y acabar con el feudalismo, expulsando a los ingleses.
- Inglaterra necesitaba de sus dominios continentales que le proporcionaban recursos para su economía.
- Las pretensiones de los reyes de Inglaterra a la corona de Francia, debido a los complejos choques familiares de la época.
- PERIODOS DURANTE LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS
- Primer periodo: Triunfo inglés. Se inició cuando Felipe VI de Francia reclamaba Guyena (1337) y Eduardo III de Inglaterra, reivindica la corona francesa, durante este periodo tuvo lugar una batalla importante en esta guerra, la batalla de Crécy, el 26 de agosto de 1346. Esta etapa concluyó después de una sangrienta guerra, con la Paz de Bretigny (1360), en cuya virtud Eduardo III renuncia a la corona francesa a cambio de las propiedades de Calais y los territorios al sur del río Loira.
- Segundo periodo: Triunfo francés. Carlos V, después de asegurar la paz interna en Francia, inició la guerra contra los ingleses, logrando recuperar casi todos los territorios cedidos en la Paz de Bretigny.
- Tercer periodo: Triunfo inglés. Enrique V de Inglaterra reinició las hostilidades contra Carlos VI de Francia, a quien venció y obligó a firmar el Tratado de Troyes (1420), por el cual reconocía como heredero del trono francés a Enrique V, que se había convertido en su yerno, por haber contraído matrimonio este con Catalina, hija del rey francés.
- Cuarto periodo: Juana de Arco. A los doce años del Tratado de Troyes, habían muerto los reyes firmantes. La corona de Francia e Inglaterra recayó en Enrique VI, niño de un año, hijo de la princesa Catalina (hija del rey de Francia) y Enrique V.
Los franceses, imbuidos de sentimiento nacionalista, proclamaron rey a Carlos VII, hermano de la princesa Catalina, y prosiguieron la lucha por la liberación de Francia. Cuando los franceses estaban siendo derrotados, surgió la figura de Juana de Arco, mujer analfabeta que, no obstante su origen humilde, era dueña de una inquebrantable fe cristiana y de una probada lealtad al rey. Ella al mando de un pequeño ejército, venció a los ingleses en el sitio de Orleans, en 1429.
Este acontecimiento exaltó al espíritu nacionalista de los franceses, al mismo tiempo engendró la envidia de los borgoñones, quienes apresaron a la heroína y la entregaron a los ingleses. Estos la acusaron de hechicería y herejía, por lo que fue sometida a la hoguera en la ciudad de Ruan (1430). La Guerra de liberación, iniciada por Juana de Arco, continuó con éxito. En el año 1453, solo les quedaba a los ingleses el puerto de Calais, que definitivamente lo perderían.
En Inglaterra el rey Enrique VI, tras las derrotas en Francia, le disputaría el trono a la Casa de los York, dando origen a la Guerra de las Dos Rosas (1455); los partidarios del rey, la Casa Lancaster (Rosa Roja) y los opositores al rey, la Casa de los York (Rosa Blanca), esta guerra duró treinta años. Al final se ciñó la corona Enrique VII, fundador de la dinastía Tudor, quien se adueño de los bienes de muchos nobles desaparecidos y para afianzar el dominio en toda Inglaterra se casó con Isabel, de la casa rival de los York.
- CONSECUENCIAS DE LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS
-Consecuencias políticas
- Unificación de los Países Bajos (Flandes).
- Hegemonía marítima de Castilla.
- Consolidación de la monarquía especialmente en Inglaterra y Francia, y abandono de las formas políticas medievales.
- El largo periodo de guerras dejó muy debilitado a la nobleza francesa, ya que, a medida que los nobles morían (señores feudales), sus feudos iban pasando para el dominio del rey, debilitando el sistema feudal.
- Definitiva unidad nacional y política en Inglaterra y Francia.
- La Guerra de los Cien Años contribuyó al afianzamiento del poder de la dinastía Valois en Francia, con el apoyo de la burguesía, el fortalecimiento del poder real francés, allanando el camino para las llamadas monarquías absolutas.
- Consecuencias económicas
Los conflictos dejaron un saldo de miles de muertos en ambos lados, y la devastación sin precedentes de los territorios y la paralización de la producción agrícola en Francia.
- Consecuencias militares
- Reemplazo de la caballería medieval por la infantería.
- Aparición de la artillería: todo tipo de armas de fuego.
- Reclutamiento de mercenarios y aparición del ejército profesional.
- Consecuencias sociales
- Construcción de una identidad nacional entre los franceses.
- Desaparición del feudalismo.
- Creciente papel de la burguesía que prestó cada vez más apoyo en lo económico y en lo cultural a los reyes.
Esta fue la primera gran guerra europea que provocó profundas transformaciones en la vida económica, social, y política de Europa occidental. El reino de Francia fue apoyado por los reinos de Escocia, Bohemia, Castilla, y el papado de Avignon. Inglaterra tuvo como aliados a Flandes, reinos alemanes y Portugal.
La cuestión dinástica que desencadenó la llamada Guerra de los Cien Años sobrepasó el carácter feudal de las rivalidades político militares de la Edad Media y marcó el contenido de los futuros confrontamientos entre las grandes monarquías europeas. La Guerra de los Cien Años duró 116 años (aunque hubo periodos largos de alto al fuego, treguas y paz por motivos económicos, políticos, y por la epidemia de peste bubónica más conocida como la Peste Negra o Muerte Negra ocurrida entre 1347 y 1361, matando a casi más de un tercio de la población europea).
- CAUSAS DE LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS
- La posesión de vastas comarcas de Francia por la corona inglesa, lo que obligó a Francia a unificar el territorio y acabar con el feudalismo, expulsando a los ingleses.
- Inglaterra necesitaba de sus dominios continentales que le proporcionaban recursos para su economía.
- Las pretensiones de los reyes de Inglaterra a la corona de Francia, debido a los complejos choques familiares de la época.
- PERIODOS DURANTE LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS
- Primer periodo: Triunfo inglés. Se inició cuando Felipe VI de Francia reclamaba Guyena (1337) y Eduardo III de Inglaterra, reivindica la corona francesa, durante este periodo tuvo lugar una batalla importante en esta guerra, la batalla de Crécy, el 26 de agosto de 1346. Esta etapa concluyó después de una sangrienta guerra, con la Paz de Bretigny (1360), en cuya virtud Eduardo III renuncia a la corona francesa a cambio de las propiedades de Calais y los territorios al sur del río Loira.
- Segundo periodo: Triunfo francés. Carlos V, después de asegurar la paz interna en Francia, inició la guerra contra los ingleses, logrando recuperar casi todos los territorios cedidos en la Paz de Bretigny.
- Tercer periodo: Triunfo inglés. Enrique V de Inglaterra reinició las hostilidades contra Carlos VI de Francia, a quien venció y obligó a firmar el Tratado de Troyes (1420), por el cual reconocía como heredero del trono francés a Enrique V, que se había convertido en su yerno, por haber contraído matrimonio este con Catalina, hija del rey francés.
- Cuarto periodo: Juana de Arco. A los doce años del Tratado de Troyes, habían muerto los reyes firmantes. La corona de Francia e Inglaterra recayó en Enrique VI, niño de un año, hijo de la princesa Catalina (hija del rey de Francia) y Enrique V.
Los franceses, imbuidos de sentimiento nacionalista, proclamaron rey a Carlos VII, hermano de la princesa Catalina, y prosiguieron la lucha por la liberación de Francia. Cuando los franceses estaban siendo derrotados, surgió la figura de Juana de Arco, mujer analfabeta que, no obstante su origen humilde, era dueña de una inquebrantable fe cristiana y de una probada lealtad al rey. Ella al mando de un pequeño ejército, venció a los ingleses en el sitio de Orleans, en 1429.
Este acontecimiento exaltó al espíritu nacionalista de los franceses, al mismo tiempo engendró la envidia de los borgoñones, quienes apresaron a la heroína y la entregaron a los ingleses. Estos la acusaron de hechicería y herejía, por lo que fue sometida a la hoguera en la ciudad de Ruan (1430). La Guerra de liberación, iniciada por Juana de Arco, continuó con éxito. En el año 1453, solo les quedaba a los ingleses el puerto de Calais, que definitivamente lo perderían.
En Inglaterra el rey Enrique VI, tras las derrotas en Francia, le disputaría el trono a la Casa de los York, dando origen a la Guerra de las Dos Rosas (1455); los partidarios del rey, la Casa Lancaster (Rosa Roja) y los opositores al rey, la Casa de los York (Rosa Blanca), esta guerra duró treinta años. Al final se ciñó la corona Enrique VII, fundador de la dinastía Tudor, quien se adueño de los bienes de muchos nobles desaparecidos y para afianzar el dominio en toda Inglaterra se casó con Isabel, de la casa rival de los York.
- CONSECUENCIAS DE LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS
-Consecuencias políticas
- Unificación de los Países Bajos (Flandes).
- Hegemonía marítima de Castilla.
- Consolidación de la monarquía especialmente en Inglaterra y Francia, y abandono de las formas políticas medievales.
- El largo periodo de guerras dejó muy debilitado a la nobleza francesa, ya que, a medida que los nobles morían (señores feudales), sus feudos iban pasando para el dominio del rey, debilitando el sistema feudal.
- Definitiva unidad nacional y política en Inglaterra y Francia.
- La Guerra de los Cien Años contribuyó al afianzamiento del poder de la dinastía Valois en Francia, con el apoyo de la burguesía, el fortalecimiento del poder real francés, allanando el camino para las llamadas monarquías absolutas.
- Consecuencias económicas
Los conflictos dejaron un saldo de miles de muertos en ambos lados, y la devastación sin precedentes de los territorios y la paralización de la producción agrícola en Francia.
- Consecuencias militares
- Reemplazo de la caballería medieval por la infantería.
- Aparición de la artillería: todo tipo de armas de fuego.
- Reclutamiento de mercenarios y aparición del ejército profesional.
- Consecuencias sociales
- Construcción de una identidad nacional entre los franceses.
- Desaparición del feudalismo.
- Creciente papel de la burguesía que prestó cada vez más apoyo en lo económico y en lo cultural a los reyes.
martes, 7 de julio de 2015
Conquistas del Imperio español en el siglo XVI
La exploración y conquista por parte de la Corona de Castilla de los nuevos territorios americanos, a los que se les dio el nombre de Indias españolas.
La rapidez de la conquista fue posible por la superioridad militar (armas, caballos, armadura, pólvora) y científica (geógrafos, botánicos, ingenieros militares) de los españoles, por las divisiones de los indígenas y por el afán de riqueza de los conquistadores.
- LAS GRANDES EXPEDICIONES
En 1511, la conquista de todas las grandes islas del Caribe (Cuba, San Salvador, Haití) había prácticamente concluido.
- La conquista de México
En 1518 partió de Cuba, una expedición dirigida por el extremeño Hernán Cortés , que desembarcó en territorio mexicano, donde fundó la ciudad de Veracruz.
Este territorio estaba habitado por los aztecas, un pueblo precolombino cuya capital era Tenochtitlan, Hernán Cortés sometió militarmente a los aztecas apropiándose de sus riquezas y tomando a su emperador, Moctezuma, como rehén. Los aztecas se sublevaron, pero Hernán Cortés consiguió vencerlos definitivamente en la batalla de Otumba (1521).
A partir de entonces, todos los territorios aztecas quedaron incorporados al Imperio español. Desde esa zona partieron expediciones que dominaron la península del Yucatán y las actuales Guatemala (1523) y Honduras (1524).
- La conquista de Perú
En 1531, Francisco Pizarro, también extremeño, dirigió la conquista del Imperio inca (actual Perú, Ecuador y parte de Bolivia) junto a Diego de Almagro.
La expedición aprovechó los enfrentamientos entre los incas para imponerse. Uno de los episodios más sangrientos de la conquista fue la batalla de Cajamarca (1532) en la que murieron muchos indígenas. Al año siguiente el emperador inca Atahualpa fue ajusticiado y, seguidamente, los españoles tomaron Cuzco, la capital del imperio.
- Otras conquistas
En la misma época, Núñez Cabeza de Vaca exploró Florida, Juan Ponce de León la descubrió, Núñez Cabeza de Vaca también exploró Tejas y California, en América del Norte.
Más al sur, Almagro y Pedro de Valdivia conquistaron Chile: Orellana recorrió el Amazonas y Juan de Garay fundó Buenos Aires (Argentina).
Por último, en Asia, las islas Filipinas fueron conquistadas por Miguel López de Legazpi y Andrés de Urdaneta, y las bautizaron en honor al infante Felipe, hijo de Carlos I de España y V de Alemania. Más tarde, Miguel López de Legazpi fundaría en el año 1571, Manila, la capital de Filipinas.
- LA ORGANIZACIÓN DE LOS TERRITORIOS CONQUISTADOS
Los territorios conquistados fueron incorporados a la Corona de Castilla, que había financiado el descubrimiento y que controló su colonización.
Inmediatamente se introdujeron en ellos la lengua, la cultura y, especialmente, la religión y las leyes de Castilla. Junto a los colonizadores muy pronto llegaron al nuevo continente un gran número de clérigos encargados de evangelizar a los indígenas, así como funcionarios reales dedicados a organizar los nuevos territorios.
Se fundaron dos virreinatos: Nueva España (México, Centroamérica y Caribe) y Perú (todo el Sur hasta la Patagonia). Cada uno contaba con un virrey a su frente. Lo virreinatos tenían diversas provincias regidas por gobernadores.
También se instauraron, como en Castilla, los municipios, con cabildos para gobernar las ciudades, y las Audiencias para las cuestiones legales y de justicia.
Y se creó el Consejo de Indias, que se encargaba de los asuntos americanos, asesoraba al rey en ellos, y redactaba las leyes específicas de esos territorios.
La rapidez de la conquista fue posible por la superioridad militar (armas, caballos, armadura, pólvora) y científica (geógrafos, botánicos, ingenieros militares) de los españoles, por las divisiones de los indígenas y por el afán de riqueza de los conquistadores.
- LAS GRANDES EXPEDICIONES
En 1511, la conquista de todas las grandes islas del Caribe (Cuba, San Salvador, Haití) había prácticamente concluido.
- La conquista de México
En 1518 partió de Cuba, una expedición dirigida por el extremeño Hernán Cortés , que desembarcó en territorio mexicano, donde fundó la ciudad de Veracruz.
Este territorio estaba habitado por los aztecas, un pueblo precolombino cuya capital era Tenochtitlan, Hernán Cortés sometió militarmente a los aztecas apropiándose de sus riquezas y tomando a su emperador, Moctezuma, como rehén. Los aztecas se sublevaron, pero Hernán Cortés consiguió vencerlos definitivamente en la batalla de Otumba (1521).
A partir de entonces, todos los territorios aztecas quedaron incorporados al Imperio español. Desde esa zona partieron expediciones que dominaron la península del Yucatán y las actuales Guatemala (1523) y Honduras (1524).
- La conquista de Perú
En 1531, Francisco Pizarro, también extremeño, dirigió la conquista del Imperio inca (actual Perú, Ecuador y parte de Bolivia) junto a Diego de Almagro.
La expedición aprovechó los enfrentamientos entre los incas para imponerse. Uno de los episodios más sangrientos de la conquista fue la batalla de Cajamarca (1532) en la que murieron muchos indígenas. Al año siguiente el emperador inca Atahualpa fue ajusticiado y, seguidamente, los españoles tomaron Cuzco, la capital del imperio.
- Otras conquistas
En la misma época, Núñez Cabeza de Vaca exploró Florida, Juan Ponce de León la descubrió, Núñez Cabeza de Vaca también exploró Tejas y California, en América del Norte.
Más al sur, Almagro y Pedro de Valdivia conquistaron Chile: Orellana recorrió el Amazonas y Juan de Garay fundó Buenos Aires (Argentina).
Por último, en Asia, las islas Filipinas fueron conquistadas por Miguel López de Legazpi y Andrés de Urdaneta, y las bautizaron en honor al infante Felipe, hijo de Carlos I de España y V de Alemania. Más tarde, Miguel López de Legazpi fundaría en el año 1571, Manila, la capital de Filipinas.
- LA ORGANIZACIÓN DE LOS TERRITORIOS CONQUISTADOS
Los territorios conquistados fueron incorporados a la Corona de Castilla, que había financiado el descubrimiento y que controló su colonización.
Inmediatamente se introdujeron en ellos la lengua, la cultura y, especialmente, la religión y las leyes de Castilla. Junto a los colonizadores muy pronto llegaron al nuevo continente un gran número de clérigos encargados de evangelizar a los indígenas, así como funcionarios reales dedicados a organizar los nuevos territorios.
Se fundaron dos virreinatos: Nueva España (México, Centroamérica y Caribe) y Perú (todo el Sur hasta la Patagonia). Cada uno contaba con un virrey a su frente. Lo virreinatos tenían diversas provincias regidas por gobernadores.
También se instauraron, como en Castilla, los municipios, con cabildos para gobernar las ciudades, y las Audiencias para las cuestiones legales y de justicia.
Y se creó el Consejo de Indias, que se encargaba de los asuntos americanos, asesoraba al rey en ellos, y redactaba las leyes específicas de esos territorios.
domingo, 5 de julio de 2015
La Revolución Cubana (1953-1959)
En 1898, Cuba es invadida por Estados Unidos, sacando a los españoles fuera de la isla y la ocuparan militarmente cuatro años. A esto se le sucederá una serie de dictaduras y presidentes que acabará en 1944, cuando en este país se impone la corrupción, con la consecuencia de atraer a la mafia norteamericana.
En el año 1952, se organizaron una elecciones para elegir gobierno en la isla, uno de los candidatos era Fulgencio Batista. Este era militar y poco antes de las elecciones, presionado por Estados Unidos sacó el ejército a la calle y dio un golpe de estado tomando así el poder. Su dictadura se caracterizó por la corrupción y el amiguismo, además de las represiones a los opositores.
En 1953, un joven llamado Fidel Castro junto con su hermano Raúl Castro y un centenar de revolucionarios intentaron tomar el cuartel general de la Moncada, pero fracasaron con grandes bajas, fue detenido más tarde junto con su hermano y puestos en prisión durante casi dos años. Fueron puestos en libertad tras una amnistía del gobierno de Fulgencio Batista.
Fue entonces ya en 1955, cuando se funda el Movimiento 26 de Julio en el que se defiende la lucha armada. Los dos hermanos se exiliaron a México y conocieron a Ernesto "Ché" Guevara un argentino que apoyaría su causa. Desembarcaron en Cuba de nuevo el 2 de diciembre de 1956 junto con 80 hombres, y por el ejército de Fulgencio Batista quedaron reducidos a 20 hombres. Traicionado por algunos y sin provisiones, Fidel Castro se dio cuenta entonces que para tener más allegados a su causa necesitaba convencer al campesinado, y fue cuando sus filas empezaron a estar nutridas de revolucionarios. También en el año 1956, se inició una campaña guerrillera en Sierra Maestra contra la dictadura de Batista durante 25 meses.
Durante más de dos años se atacaron puestos, cuarteles, patrullas y grupos militares de los que sustraían las armas que utilizaban, originarias de varios países. Durante el año 1957-1958 fue cuando la revolución estaba en su punto más álgido y se consiguieron verdaderas victorias contra el ejército de Batista, como en las batallas del Uvero y Santa Clara, donde definitivamente se vio el triunfo de los seguidores de Fidel Castro.
El 1 de enero de 1959, con Fulgencio Batista ya huido del país, se dio por finalizada la revolución, las personas en La Habana salieron a las calles para celebrar el triunfo. En un primer momento Estados Unidos no pensaba que el cambio de estado fuera un problema, pues no sabían que el carácter de dicha lucha era de pensamiento socialista y comunista, finalmente rompieron los pactos con el país caribeño y se inició una larga etapa con bloqueos, intentos de invasión y asesinatos.
Tras la revolución, Cuba comenzó una serie de reformas sociales con las que se construyeron escuelas, hospitales y se alfabetizó a la población. En los siguientes años, líderes de la revolución desaparecieron de la escena de la isla, primero Camilo Cienfuegos que murió en un accidente aéreo y más tarde, Ernesto "Ché" Guevara que viajó a diversos países para proseguir su lucha armada, pero fue fusilado en el año 1967 en Bolivia por el ejército boliviano.
En el año 1952, se organizaron una elecciones para elegir gobierno en la isla, uno de los candidatos era Fulgencio Batista. Este era militar y poco antes de las elecciones, presionado por Estados Unidos sacó el ejército a la calle y dio un golpe de estado tomando así el poder. Su dictadura se caracterizó por la corrupción y el amiguismo, además de las represiones a los opositores.
En 1953, un joven llamado Fidel Castro junto con su hermano Raúl Castro y un centenar de revolucionarios intentaron tomar el cuartel general de la Moncada, pero fracasaron con grandes bajas, fue detenido más tarde junto con su hermano y puestos en prisión durante casi dos años. Fueron puestos en libertad tras una amnistía del gobierno de Fulgencio Batista.
Fue entonces ya en 1955, cuando se funda el Movimiento 26 de Julio en el que se defiende la lucha armada. Los dos hermanos se exiliaron a México y conocieron a Ernesto "Ché" Guevara un argentino que apoyaría su causa. Desembarcaron en Cuba de nuevo el 2 de diciembre de 1956 junto con 80 hombres, y por el ejército de Fulgencio Batista quedaron reducidos a 20 hombres. Traicionado por algunos y sin provisiones, Fidel Castro se dio cuenta entonces que para tener más allegados a su causa necesitaba convencer al campesinado, y fue cuando sus filas empezaron a estar nutridas de revolucionarios. También en el año 1956, se inició una campaña guerrillera en Sierra Maestra contra la dictadura de Batista durante 25 meses.
Durante más de dos años se atacaron puestos, cuarteles, patrullas y grupos militares de los que sustraían las armas que utilizaban, originarias de varios países. Durante el año 1957-1958 fue cuando la revolución estaba en su punto más álgido y se consiguieron verdaderas victorias contra el ejército de Batista, como en las batallas del Uvero y Santa Clara, donde definitivamente se vio el triunfo de los seguidores de Fidel Castro.
El 1 de enero de 1959, con Fulgencio Batista ya huido del país, se dio por finalizada la revolución, las personas en La Habana salieron a las calles para celebrar el triunfo. En un primer momento Estados Unidos no pensaba que el cambio de estado fuera un problema, pues no sabían que el carácter de dicha lucha era de pensamiento socialista y comunista, finalmente rompieron los pactos con el país caribeño y se inició una larga etapa con bloqueos, intentos de invasión y asesinatos.
Tras la revolución, Cuba comenzó una serie de reformas sociales con las que se construyeron escuelas, hospitales y se alfabetizó a la población. En los siguientes años, líderes de la revolución desaparecieron de la escena de la isla, primero Camilo Cienfuegos que murió en un accidente aéreo y más tarde, Ernesto "Ché" Guevara que viajó a diversos países para proseguir su lucha armada, pero fue fusilado en el año 1967 en Bolivia por el ejército boliviano.
viernes, 3 de julio de 2015
Casa de Trastámara
La Casa de Trastámara fue una dinastía real, de origen castellano, que reinó: en Castilla (1369-1555), en Aragón (1412-1555), en Navarra (1425-1479), en Nápoles (de 1458-1501 y de 1504-1555).
La Casa (una rama menor de la reinante Casa de Borgoña) toma su nombre del Condado de Trastámara, del latín Tras Tamaris (más allá del río Tambre) en el noroeste de Galicia, título que ostentaba antes de acceder al trono Enrique II el de las Mercedes (1369-1379) (tras la guerra civil que terminó con el asesinato en 1369 de su hermanastro Pedro I el Cruel).
La casa toma su nombre del Condado de Trastámara, título que ostentaba antes de acceder al trono Enrique II (1369-1379), por haber sido adoptado por el conde Rodrigo Álvarez. Hijo bastardo de Alfonso XI y Leonor de Guzmán, Enrique II le disputó el trono a su hermanastro Pedro I el Cruel; tras una guerra civil, en 1369 Enrique II asesinó a su hermanastro Pedro I el Cruel y ocupó el trono, legándolo posteriormente a su hijo Juan I (1379-1390).
Juan I de Castilla consolidó en el trono a la dinastía, rechazando una invasión portuguesa en apoyo de las pretensiones del duque de Lancaster, Juan Gante, que reclamaba su derechos como yerno de Pedro I. Juan I quiso entonces anexionarse el reino portugués, pero fue derrotado en la batalla de Aljubarrota (1385). Le sucedió en el trono castellano su hijo Enrique III el Doliente (1390-1406), durante su reinado Castilla comenzó en 1402 la conquista de las Islas Canarias, que terminaría en 1496 con los Reyes Católicos. Ante el Cisma de Occidente, que dividió a la Iglesia entre dos papas rivales, apoyó al papa de Aviñón, el aragonés Benedicto XIII.
Le sucedió su hijo Juan II de Castilla (1406-1454), cuyo reinado estuvo marcado primero por la regencia de su madre y de su tío, el infante don Fernando (futuro Fernando I de Aragón), y más tarde por el valimiento del condestable Álvaro de Luna y las guerras contra los infantes de Aragón (los hijos de Fernando I, pertenecientes, por tanto, a la misma Casa de Trastámara).
Durante el reinado de su hijo y sucesor, Enrique IV de Castilla conocido como el Impotente (1454-1474), la autoridad monárquica quedó debilitada en beneficio de la nobleza y de los validos, Juan Pacheco y Beltrán de la Cueva. A este último se le atribuyó la paternidad de la heredera del trono, Juana la Beltraneja, al tiempo que se difundía el rumor de que el rey era impotente.
Tales rumores fueron propalados por los partidarios de la hermana de Enrique IV, Isabel la Católica (1474-1504), que le disputó el trono apoyándose en la nobleza y, tras la muerte de Enrique IV, se hizo proclamar reina imponiéndose a los partidarios de su sobrina Juana la Beltraneja en la Guerra de Sucesión castellana (1475-1479). Su matrimonio con el rey Fernando II de Aragón (tambièn un Trastámara) unificó las Coronas de Castilla y Aragón. Pero los Reyes Católicos no tuvieron un heredero masculino, por lo que su herencia fue transmitida a la Casa de Habsburgo, a través del matrimonio entre Felipe I el Hermoso y Juana I la Loca, y de su hijo y heredero Carlos I de España y V de Alemania.
- CASA DE TRASTÁMARA EN ARAGÓN
En cuanto a la rama aragonesa de los Trastámara, arranca de Fernando I el de Antequera (1412-1416), hijo de Juan I y regente de Castilla durante la minoría de edad de su sobrino, Juan II. En 1410 quedó vacante el trono aragonés al morir el último representante de la Casa de Barcelona, Martín I el Humano; tras un periodo de anarquía, una asamblea de notables se inclinó por hacer rey a Fernando de Trastámara (Compromiso de Caspe en 1412). Recibe su sobrenombre de su participación en la reconquista de la plaza de Antequera contra el reino musulmán de Granada (1410). En 1413 consolidó su ascenso al trono derrotando a los nobles que se le oponían, encabezados por el conde de Urgel.
Pudo así transmitir la corona a su hijo Alfonso V el Magnánimo (1416-1458), que dedicó todas sus energías a proseguir la expansión mediterránea de la Corona de Aragón, iniciada por su padre. Incorporó Sicilia, Cerdeña, Córcega y Nápoles, además tomó posesión de los ducados de Atenas y Neopatria, destacaron las luchas de los almogávares (tropas de choque catalanoaragonesas). Durante su reinado continuaron las guerras con Castilla.
Al morir desgajó la herencia, dejando Nápoles para su hijo bastardo, Fernando I de Calabria, mientras que Aragón, Cataluña, Valencia, y Mallorca pasaban a su hermano Juan II de Aragón (1458-1479). Este fue, además, rey de Navarra por su matrimonio con Blanca I; y, al morir esta en 1441, intentó usurpar el trono navarro en detrimento de su hijo Carlos, dando lugar a una guerra civil entre agramonteses (partidarios de Juan II) y beaumonteses. El apoyo de Castilla a estos últimos desencadenó además la guerra con Castilla.
Juan II triunfó frente a sus adversarios e impuso como reina de Navarra a su tercera hija, Leonor, casada con Gastón de Foix, de donde arranca la implantación en Navarra de la Casa de Foix. Pero el conflicto entre Juan II y su hijo Carlos se extendió a Cataluña, donde provocó una guerra civil (1462-1472) entre el rey, los payeses de remensa y la facción popular de la Busca, por un lado, y la Diputación, por otro. La Diputación llegó a ofrecer la Corona de Cataluña a Enrique IV de Castilla, a Pedro de Portugal y a Renato de Provenza. El rey se impuso gracias a la ayuda de Luis XI de Francia, al que hubo de recompensar con la entrega del Rosellón y la Cerdaña.
A Juan II le sucedió en Aragón su hijo Fernando II de Aragón (1479-1516), casado con la heredera de Castilla. Durante su reinado volvió a incorporarse a la Corona de Aragón el reino de Nápoles, que había permanecido en manos de una rama colateral de los Trastámara desde Fernando I de Calabria (1458-1494), hijo bastardo de Alfonso V de Aragón, a quien este legó por testamento el reino de Nápoles. Tras imponerse en dura lucha contra los barones napolitanos partidarios del duque de Lorena, consolidó su poder y lo transmitió a su hijo Alfonso II (1494-1495). La Corona paso de este a su hijo Fernando II (1495-1496) y luego a otro hijo de Fernando I, Fadrique (1496-1501), antes de reincorporarse a la rama principal de los Trastámaras aragoneses en la persona de Fernando el Católico.
Le sucedió su hijo Juan II de Castilla (1406-1454), cuyo reinado estuvo marcado primero por la regencia de su madre y de su tío, el infante don Fernando (futuro Fernando I de Aragón), y más tarde por el valimiento del condestable Álvaro de Luna y las guerras contra los infantes de Aragón (los hijos de Fernando I, pertenecientes, por tanto, a la misma Casa de Trastámara).
Durante el reinado de su hijo y sucesor, Enrique IV de Castilla conocido como el Impotente (1454-1474), la autoridad monárquica quedó debilitada en beneficio de la nobleza y de los validos, Juan Pacheco y Beltrán de la Cueva. A este último se le atribuyó la paternidad de la heredera del trono, Juana la Beltraneja, al tiempo que se difundía el rumor de que el rey era impotente.
Tales rumores fueron propalados por los partidarios de la hermana de Enrique IV, Isabel la Católica (1474-1504), que le disputó el trono apoyándose en la nobleza y, tras la muerte de Enrique IV, se hizo proclamar reina imponiéndose a los partidarios de su sobrina Juana la Beltraneja en la Guerra de Sucesión castellana (1475-1479). Su matrimonio con el rey Fernando II de Aragón (tambièn un Trastámara) unificó las Coronas de Castilla y Aragón. Pero los Reyes Católicos no tuvieron un heredero masculino, por lo que su herencia fue transmitida a la Casa de Habsburgo, a través del matrimonio entre Felipe I el Hermoso y Juana I la Loca, y de su hijo y heredero Carlos I de España y V de Alemania.
- CASA DE TRASTÁMARA EN ARAGÓN
En cuanto a la rama aragonesa de los Trastámara, arranca de Fernando I el de Antequera (1412-1416), hijo de Juan I y regente de Castilla durante la minoría de edad de su sobrino, Juan II. En 1410 quedó vacante el trono aragonés al morir el último representante de la Casa de Barcelona, Martín I el Humano; tras un periodo de anarquía, una asamblea de notables se inclinó por hacer rey a Fernando de Trastámara (Compromiso de Caspe en 1412). Recibe su sobrenombre de su participación en la reconquista de la plaza de Antequera contra el reino musulmán de Granada (1410). En 1413 consolidó su ascenso al trono derrotando a los nobles que se le oponían, encabezados por el conde de Urgel.
Pudo así transmitir la corona a su hijo Alfonso V el Magnánimo (1416-1458), que dedicó todas sus energías a proseguir la expansión mediterránea de la Corona de Aragón, iniciada por su padre. Incorporó Sicilia, Cerdeña, Córcega y Nápoles, además tomó posesión de los ducados de Atenas y Neopatria, destacaron las luchas de los almogávares (tropas de choque catalanoaragonesas). Durante su reinado continuaron las guerras con Castilla.
Al morir desgajó la herencia, dejando Nápoles para su hijo bastardo, Fernando I de Calabria, mientras que Aragón, Cataluña, Valencia, y Mallorca pasaban a su hermano Juan II de Aragón (1458-1479). Este fue, además, rey de Navarra por su matrimonio con Blanca I; y, al morir esta en 1441, intentó usurpar el trono navarro en detrimento de su hijo Carlos, dando lugar a una guerra civil entre agramonteses (partidarios de Juan II) y beaumonteses. El apoyo de Castilla a estos últimos desencadenó además la guerra con Castilla.
Juan II triunfó frente a sus adversarios e impuso como reina de Navarra a su tercera hija, Leonor, casada con Gastón de Foix, de donde arranca la implantación en Navarra de la Casa de Foix. Pero el conflicto entre Juan II y su hijo Carlos se extendió a Cataluña, donde provocó una guerra civil (1462-1472) entre el rey, los payeses de remensa y la facción popular de la Busca, por un lado, y la Diputación, por otro. La Diputación llegó a ofrecer la Corona de Cataluña a Enrique IV de Castilla, a Pedro de Portugal y a Renato de Provenza. El rey se impuso gracias a la ayuda de Luis XI de Francia, al que hubo de recompensar con la entrega del Rosellón y la Cerdaña.
A Juan II le sucedió en Aragón su hijo Fernando II de Aragón (1479-1516), casado con la heredera de Castilla. Durante su reinado volvió a incorporarse a la Corona de Aragón el reino de Nápoles, que había permanecido en manos de una rama colateral de los Trastámara desde Fernando I de Calabria (1458-1494), hijo bastardo de Alfonso V de Aragón, a quien este legó por testamento el reino de Nápoles. Tras imponerse en dura lucha contra los barones napolitanos partidarios del duque de Lorena, consolidó su poder y lo transmitió a su hijo Alfonso II (1494-1495). La Corona paso de este a su hijo Fernando II (1495-1496) y luego a otro hijo de Fernando I, Fadrique (1496-1501), antes de reincorporarse a la rama principal de los Trastámaras aragoneses en la persona de Fernando el Católico.
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