
Desde los reyes visigodos solamente Felipe III y él mismo tenían tal título.
Como heredero recibió una educación propia de su rango, mostrándose despierto
en el aprendizaje del oficio real. Por los intereses de la monarquía se concertó
su primer matrimonio con Isabel de Borbón (1615), a una edad muy temprana, con
10 y 12 años, respectivamente.
En 1648 se casó con Mariana de Austria y de
ambos matrimonios nacieron doce hijos, de los que solamente tres sobrevivieron:
María Teresa (futura esposa del rey de Francia, Luis XIV, cuyo matrimonio
permitió el acceso de los Borbones al Trono de España), Margarita Teresa y el
futuro Carlos II. Además tuvo varios hijos naturales, siendo el más célebre
Juan José de Austria (1629-1679), fruto de una relación con una conocida
actriz, la comedianta Josefa Calderón.
El monarca fue un mecenas de las artes y las
fiestas en la Corte, promoviendo la creación literaria, artística y teatral. Al
igual que Felipe III, el monarca cedió los asuntos de Estado a la figura de los
validos como favoritos reales, entre los que cabe destacar el Conde-Duque de
Olivares (1621-1643), que intentaron acaparar las principales funciones del
gobierno de la Monarquía. Los influyentes personajes de la Corte confiaban que
el nuevo soberano llevaría a la monarquía hispánica a recuperar el prestigio y
poder de tiempos pasados. Pronto se desvanecieron las expectativas ya que el
monarca no se adaptó al modelo burócrata de Felipe II.
El reinado de Felipe IV, que intentó tener un
carácter reformista, afrontó una recesión económica, con cuatro bancarrotas de
la Real Hacienda (1627, 1647, 1656 y 1662). La crisis económica, que también se
dejó sentir en Europa, tuvo una mayor repercusión en España por los elevados
costes financieros de la política exterior que provocó una subida de impuestos,
la retención de las remesas de metales preciosos de las Indias, la venta de
juros y cargos públicos, revueltas contra el centralismo castellano,...


En los últimos años del reinado, la Monarquía
está sumida en una profunda recesión y crisis, en la que la autoridad real
estaba cuestionada por amplios sectores sociales, además de las campañas
militares contra Francia e Inglaterra. En el mismo año que muere Felipe IV
(1665) se produce la derrota de España ante Portugal. Los 44 años de reinado de
Felipe el Grande sellan la pérdida de la hegemonía española en Europa ante la
indiferencia de una empobrecida población.
No hay comentarios:
Publicar un comentario