miércoles, 9 de septiembre de 2015

Emperatriz Sissi, emperatriz consorte del Imperio austrohúngaro

Nació en Múnich (Baviera) el 24 de diciembre de 1837, era hija del duque Maximiliano José, contrajo matrimonio muy joven, a los quince años, con el emperador Francisco José I de Austria, al que dio cinco hijos, de los cuales uno de ellos, Rodolfo,  murió en Mayerling en extrañas circunstancias (al parecer un suicidio que nunca fue esclarecido), lo que contribuyó a aumentar la tristeza de Sissi, se podría decir que la muerte de su hijo le cambió la vida.

La emperatriz no tuvo una vida fácil; ella, de quien se dijo que era la mujer más bella y desgraciada de la época, padeció de anorexia y bulimia y no soportaba el protocolo de la severa corte austríaca, lo que fue causa de que chocara en no pocas ocasiones con su marido y con su suegra.

Esta última defendía los intereses centralistas imperiales, mientras que la esposa del emperador puso sus simpatías del lado de los independentistas húngaros. En 1867 fue coronada reina de Hungría, y celebró su victoria con el Tratado de Reconciliación, que concedía cierta autonomía a Hungría bajo la corona de los Habsburgo.

La princesa de Baviera trató de refugiarse de los problemas que enturbiaban su vida privada en ciertos intereses intelectuales -era muy aficionada a la poesía-, en los paseos a caballo y en los múltiples viajes que hizo, especialmente en la última etapa de su vida.

- ASESINATO Y ENTIERRO DE LA EMPERATRIZ SISSI

El 10 de septiembre de 1898, mientras paseaba por el lago Lemán en Ginebra con una de sus damas de compañía, la condesa Irma Sztaray, fue atacada por un anarquista italiano, Luigi Lucheni, que fingió tropezarse con ellas, aprovechando el desconcierto para deslizar un fino estilete en el corazón de la emperatriz Sissi. Al principio, Isabel no fue consciente de lo que le había sucedido. Solamente al subir al barco que las estaba esperando comenzó a sentirse mal y a marearse. Cuando se desvaneció, su dama de compañía aviso al capitán del barco de la identidad de la dama y regresaron al puerto. Ella mismo desabrochó el vestido de la emperatriz para que respirara mejor y, al hacerlo, vio una pequeña mancha de sangre sobre el pecho, causada por el estilete, que había provocado una mínima pérdida de sangre sobre el miocardio, suficiente para causar la muerte de la emperatriz Sissi.

En realidad Luigi Lucheni estaba planeando un atentado contra el pretendiente al trono francés, un príncipe de la Casa de Orleans, pero cambió de víctima al leer en un periódico que la visita del príncipe francés había sido anulada y que la emperatriz se encontraba en la ciudad. Tras el asesinato, el cuerpo de la emperatriz fue trasladado a Viena entre el gran cortejo fúnebre que el protocolo dictaba, siendo sepultada en la Cripta Imperial o Kaisergruft, en la Iglesia de los Capuchinos, en vez de en su palacio en la isla griega de Corfú, el Achilleion o Aquileón, donde deseaba recibir sepultura realmente, tal como indicó en su testamento.




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