martes, 4 de agosto de 2015

Eugenia María de Montijo, esposa de Napoleón III

Nació en Granada el 5 de mayo de 1826. Fue emperatriz de Francia entre 1853 y 1871. Era hija de un aristócrata español que había luchado en el bando francés durante la Guerra de la Independencia, cursó estudios en Francia y en el Reino Unido. En 1853 contrajo matrimonio con Napoleón III, presidente de la Segunda República francesa desde 1848, quien un año antes había proclamado el Segundo Imperio francés en 1852.

Tras el nacimiento del príncipe imperial, Napoleón Eugenio Luis Bonaparte (Napoleón IV), en 1856, aumentó su interés por los asuntos de estado, en los que intervino manifestando siempre sus propios puntos de vista, a menudo opuestos a los de su marido. Favorable al partido ultramontano, que rechazaba la política imperialista del gobierno en Italia, se caracterizó por su profunda fe religiosa y por su lealtad a la directrices del Papado.

Desempeño la regencia en tres ocasiones (1859, 1865 y 1870), la primera de ellas durante la campaña de Napoleón III en Italia, que motivo una sustancial pérdida de poder por parte del Vaticano. En 1861 abogó por la intervención francesa en México, que concluyó con la invasión de dicho país y la coronación como emperador de Maximiliano I de México.

En 1869 asistió a la inauguración del Canal de Suez, obra de ingeniería cuyo fin era demostrar el desacreditado liderazgo francés en el escenario político mundial. Además, y debido a sus raíces españolas, a las que nunca renunció, se opuso férreamente al candidato prusiano a la Corona española, disputa que acabó con el enfrentamiento bélico entre Francia y Prusia en 1870.

Tras el descalabro militar francés en la batalla de Sedán en septiembre de 1870, ese mismo mes huyó junto con su familia a Londres, estableciéndose posteriormente en Chislehurst. Desde dicho refugio, participó en las conversaciones que desembocaron en la capitulación de Metz y, tras la liberación de su marido, se reunió con él. A la muerte de Napoleón III, acontecida en 1873, se puso al frente del partido bonapartista, aunque oficialmente se lo entregó a Rouher. A partir del fallecimiento del príncipe imperial, en 1879, mantuvo su residencia en el Reino Unido, aunque realizó frecuentes estancias en España.

Eugenia de Montijo falleció en Madrid el 11 de julio de 1920 a los 94 años.


No hay comentarios:

Publicar un comentario