Ayer día 26 de noviembre, los medios de comunicación anunciaban la muerte de un personaje emblemático, uno de los personajes principales del siglo XX, una figura como afirmaba Mariano Rajoy, de calado histórico. Con la muerte de Fidel Castro hay que volver la vista atrás hacia aquellos años de revolución, de aquella Cuba, de Guerra Fría... Por todo eso, he decidido recordar la figura de Fidel Castro con esta entrada en mi blog:
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/26/actualidad/1480138154_493516.html
http://elpais.com/elpais/2016/11/26/album/1480142191_261496.html#1480142191_261496_1480147880
Todo lo que quieras saber sobre la historia del mundo y de España. "La Historia sirve para no volver a caer en el mismo error".
domingo, 27 de noviembre de 2016
martes, 22 de noviembre de 2016
Numancia, la resistencia celtíbera
Se conoce como guerra numantina al último conflicto que hubo entre la República romana y las tribus celtíberas que habitaban las inmediaciones del Ebro. Fue el último episodio de las guerras celtíberas cuya contienda se resolvió tras 20 años de guerras intermitentes.
La primera fase de la guerra se inició en el 154 a.C. debido a una revuelta de las tribus celtíbera del Duero, esta primera fase finalizó en el 151 a.C., pero, en el 143 a.C. surgió de nuevo una insurrección en la ciudad de Numancia. La primera guerra fue contemporánea a la guerra lusitana que estalló en la Hispania Ulterior tras la rebelión lusitana encabezada por Viriato.
Tras el rebrote de las hostilidades en el 143 a.C., Roma envió a una serie de generales a la Península Ibérica para que se enfrentaran a los numantinos, los cuales fracasaron en su intento de conquistar la ciudad como es el caso de Quinto Pompeyo, Mancino...
En el año 134 a.C., el cónsul Publio Cornelio Escipión Emiliano fue enviado a la Hispania Citerior para que terminara de una vez con la guerra. Escipión Emiliano reclutó a un ejército de 20.000 hombres, más 40.000 auxiliares entre los que se contaba la caballería cedida por Jugurta y un gran número de aliados locales, en total unos 60.000 soldados.
Escipión construyó un sistema de siete fortificaciones que rodeaban la ciudad antes de iniciar el sitio. Tras sufrir peste y hambruna la ciudad se rindió finalmente, aunque la mayoría de sus habitantes se suicidaron antes de entregarse. La gran victoria sobre Numancia trajo una era de paz a Hispania, paz que se mantuvo hasta el inicio de la guerra de Sertorio.
La primera fase de la guerra se inició en el 154 a.C. debido a una revuelta de las tribus celtíbera del Duero, esta primera fase finalizó en el 151 a.C., pero, en el 143 a.C. surgió de nuevo una insurrección en la ciudad de Numancia. La primera guerra fue contemporánea a la guerra lusitana que estalló en la Hispania Ulterior tras la rebelión lusitana encabezada por Viriato.
Tras el rebrote de las hostilidades en el 143 a.C., Roma envió a una serie de generales a la Península Ibérica para que se enfrentaran a los numantinos, los cuales fracasaron en su intento de conquistar la ciudad como es el caso de Quinto Pompeyo, Mancino...
En el año 134 a.C., el cónsul Publio Cornelio Escipión Emiliano fue enviado a la Hispania Citerior para que terminara de una vez con la guerra. Escipión Emiliano reclutó a un ejército de 20.000 hombres, más 40.000 auxiliares entre los que se contaba la caballería cedida por Jugurta y un gran número de aliados locales, en total unos 60.000 soldados.
Escipión construyó un sistema de siete fortificaciones que rodeaban la ciudad antes de iniciar el sitio. Tras sufrir peste y hambruna la ciudad se rindió finalmente, aunque la mayoría de sus habitantes se suicidaron antes de entregarse. La gran victoria sobre Numancia trajo una era de paz a Hispania, paz que se mantuvo hasta el inicio de la guerra de Sertorio.
domingo, 13 de noviembre de 2016
Sabino Arana Goiri, el padre del nacionalismo vasco
Nació el 26 de enero de 1865 en el barrio de Abando (Bilbao). Está considerado por muchos como el padre del nacionalismo vasco. Procedente de una familia carlista del barrio de Abando, Sabino inició su educación en Bayona (Francia), donde habían huido en 1873, al descubrirse la implicación de su padre en el contrabando de armas para los partidarios de don Carlos "VII" (Tercera Guerra Carlista). Después pasó por un colegio de jesuitas y completó su formación aprendiendo euskera durante una larga convalecencia.
Interrumpió sus estudios de Derecho en la Universidad de Barcelona a la muerte de su madre en 1888. Desde entonces, asilado en su casa de Albia, se dedicó al investigación histórica y filológica, obsesionado por la identidad del pueblo vasco. Elaboró multitud de artículos (la mayoría sobre temas ligüísticos) que, en 1892, recopiló bajo el título "Bizkaia por su independencia"; en 1893 los presentó ante unos cuantos adeptos en un acto que representa el arranque de su actividad política (el llamado "juramento de Larrazábal").
Sabino dotó a su movimiento de un tinte tradicionalista (reclamación de los fueros como constitución propia del país) y de un confesionalismo católico rayano con el integrismo, que quedaron reflejados en su lema Dios y leyes viejas. Creía haber descubierto los principios eternos del "ser" vasco, a cuyo olvido atribuía la decadencia histórica del país y su sometimiento a ideas foráneas.
Arana proponía en aquella época la independencia de Vizcaya como vía de recuperación de su identidad, dejando que cada una de las restantes provincias vascas de España y de Francia recorriesen el mismo camino por su cuenta, hasta reunirse todas en una Euskalerria federal.
En 1894 dio el paso definitivo para transformar sus abigarradas ideas en un movimiento político: creó el periódico Bizkaitarra y el Euskaldun Batzokiya, especie de artículo recreativo destinado a canalizar la propaganda político-cultural de los nacionalistas. Puestos a la obra, inventó incluso un nombre para el país que proyectaba (Euzkadi) y una bandera inspirada en la de Inglaterra (la ikurriña).
En 1895 culminó su obra con la fundación del Partido Nacionalista Vasco, principal organización nacionalista del País Vasco durante más de cien años. La evolución moderada que experimentó Sabino en los últimos años de su vida determinó la posterior ambigüedad ideológica del movimiento nacionalista y las continuas tensiones que ha habido en su seno entre autonomistas e independentistas. Finalizada la Guerra de Cuba (1898) por la que España perdió sus últimas colonias, Sabino felicitó a los estadounidenses por su victoria y fue encarcelado. En el año 1902 fundó la Liga de Vascos Españolistas (LVE), lo que significó un cambio respecto a sus posiciones anteriores al defender la autonomía para las provincias vascas dentro de España.
Sabino Arana falleció en Pedernales (Vizcaya) el 25 de noviembre de 1903.
Interrumpió sus estudios de Derecho en la Universidad de Barcelona a la muerte de su madre en 1888. Desde entonces, asilado en su casa de Albia, se dedicó al investigación histórica y filológica, obsesionado por la identidad del pueblo vasco. Elaboró multitud de artículos (la mayoría sobre temas ligüísticos) que, en 1892, recopiló bajo el título "Bizkaia por su independencia"; en 1893 los presentó ante unos cuantos adeptos en un acto que representa el arranque de su actividad política (el llamado "juramento de Larrazábal").
Sabino dotó a su movimiento de un tinte tradicionalista (reclamación de los fueros como constitución propia del país) y de un confesionalismo católico rayano con el integrismo, que quedaron reflejados en su lema Dios y leyes viejas. Creía haber descubierto los principios eternos del "ser" vasco, a cuyo olvido atribuía la decadencia histórica del país y su sometimiento a ideas foráneas.
Arana proponía en aquella época la independencia de Vizcaya como vía de recuperación de su identidad, dejando que cada una de las restantes provincias vascas de España y de Francia recorriesen el mismo camino por su cuenta, hasta reunirse todas en una Euskalerria federal.
En 1894 dio el paso definitivo para transformar sus abigarradas ideas en un movimiento político: creó el periódico Bizkaitarra y el Euskaldun Batzokiya, especie de artículo recreativo destinado a canalizar la propaganda político-cultural de los nacionalistas. Puestos a la obra, inventó incluso un nombre para el país que proyectaba (Euzkadi) y una bandera inspirada en la de Inglaterra (la ikurriña).
En 1895 culminó su obra con la fundación del Partido Nacionalista Vasco, principal organización nacionalista del País Vasco durante más de cien años. La evolución moderada que experimentó Sabino en los últimos años de su vida determinó la posterior ambigüedad ideológica del movimiento nacionalista y las continuas tensiones que ha habido en su seno entre autonomistas e independentistas. Finalizada la Guerra de Cuba (1898) por la que España perdió sus últimas colonias, Sabino felicitó a los estadounidenses por su victoria y fue encarcelado. En el año 1902 fundó la Liga de Vascos Españolistas (LVE), lo que significó un cambio respecto a sus posiciones anteriores al defender la autonomía para las provincias vascas dentro de España.
Sabino Arana falleció en Pedernales (Vizcaya) el 25 de noviembre de 1903.
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