- GOBIERNO PROVISIONAL
Durante la Gloriosa se habían constituido numerosas juntas revolucionarias , de orientación republicana, en las principales ciudades de España. La primera medida que adoptó el Gobierno provisional fue la disolución de dichas juntas y la convocatoria de elecciones Constituyentes en enero de 1869, que se celebrarían por sufragio universal masculino. En estos comicios obtuvieron una gran mayoría los progresistas, los demócratas y los unionistas, a la vez que los republicanos irrumpieron con fuerza en el Parlamento y se consolidaron en los núcleos urbanos. También participaron los carlistas, aunque con escasos resultados.
Otro nuevo texto constitucional fue promulgado el 1 de junio de 1869, sancionada la nueva Constitución, y ante la ausencia de un monarca, en junio de 1869 las Cortes invistieron al general Serrano como regente del reino, mientras el general Prim pasó a ocupar el cargo de presidente del Gobierno y ministro de la Guerra. La Constitución había sancionado la monarquía parlamentaria como sistema de gobierno, por lo que fue necesario hallar un nuevo rey.
La tarea de buscar un nuevo rey recayó en el general Prim, quien sondeó a las principales familias reales europeas, en una labor que se prolongó entre junio de 1869 y noviembre de 1870. El nuevo monarca debía cumplir varios requisitos, entre los que se encontraba que no fuera un Borbón ni tampoco un carlista. En un principio se contempló incluso la posibilidad de nombrar rey a Espartero, pero rechazó el ofrecimiento. Entre los pretendientes se encontraban el duque de Montpensier, hijo del rey francés Luis Felipe de Orleans, y el alemán Leopoldo de Hohenzollern, hecho que influyó el estallido de la Guerra franco-prusiana de 1870. Finalmente, el elegido fue Amadeo de Saboya, segundo hijo del rey Víctor Manuel II de Italia.
- AMADEO DE SABOYA, REY DE ESPAÑA
La elección de Amadeo de Saboya por las Cortes en noviembre de 1870 no fue por consenso, sino por exclusión del resto de candidatos. En la práctica esto supuso que el nuevo rey apenas contó con apoyos. Además, su principal apoyo, el general Prim, sufrió un atentado mortal, el mismo día en que el nuevo rey partía para España. En enero de 1871 las Cortes lo proclamaron rey como Amadeo I. Pero su situación fue inestable desde el primer momento, pues aunque contó con el respaldo de los progresistas, unionistas y constitucionalistas, estos se habían dividido tras el asesinato de Prim.
Amadeo I encontró una fuerte oposición entre republicanos, carlistas y monárquicos borbónicos. Por último, un gran sector de la sociedad lo consideraba un rey extranjero y una buena parte de la aristocracia no lo acogió en su exclusivo círculo. La inestabilidad política permanente fue lo más característico del reinado, pues se realizaron tres elecciones generales y se constituyeron hasta seis gobiernos en dos años.
Al tiempo, mientras que en ultramar no se resolvía la Guerra de independencia de Cuba, en la Península se iniciaba la Tercera Guerra Carlista y la agitación social ligada al incipiente movimiento obrero. En julio de 1872, Amadeo I sufrió un intento de asesinato y decidió abandonar el trono. Aduciendo una pérdida de autoridad, el 11 de febrero de 1873 Amadeo I abdicó y se trasladó a Lisboa, donde embarcó rumbo a Italia.
Tras la abdicación del rey, el mismo 11 de febrero de 1873, el Congreso y el Senado, reunidos en Asamblea Nacional, proclamaron la República por amplia mayoría. El período fue breve y convulso, en menos de dos años se sucedieron cuatro presidentes ( Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar) y las revueltas fueron constantes destacando la rebelión cantonal y el levantamiento obrero. Durante la Primera República siguieron los problemas de la Tercera Guerra Carlista en el interior y en ultramar la Guerra de independencia cubana.
- RESTAURACIÓN BORBÓNICA
A finales de 1874 era evidente el agotamiento de cualquier opción política que no fuera la restauración borbónica en la persona del príncipe Alfonso (hijo de Isabel II). En el Manifiesto de Sandhurst, del 1 de diciembre de 1874, del 1 de diciembre de 1874, Cánovas del Castillo dejaba explícitos los puntos básicos para la restauración borbónica. Finalmente, el 31 de diciembre de 1874 el general Martínez Campos se pronunciaba en Sagunto a favor de la restauración borbónica en la figura del príncipe Alfonso, que pasaría a reinar en enero de 1875 con el nombre de Alfonso XII.